“Necesitamos vacunas más innovadoras“, se dijo la investigadora clínica del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU Jessica Manning mientras se encontraba en Camboya investigando una vacuna contra la malaria. Cinco años después, Manning está desarrollando una “vacuna universal” partiendo de una proteína de la saliva del mosquito.
Si finalmente consigue que funcione, según apunta ‘Reuters’, esta dosis podría proteger contra todos los patógenos que los insectos introducen en los humanos una vez que les pica, como son la malaria, el dengue, la chikungunya, el zika, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental, el Mayaro y cualquier otra infección pueda surgir de ahora en adelante.
La revista médica británica ‘The Lancet’ publicó este jueves los resultados iniciales de este trabajo y apunta que el ensayo muestra que una vacuna a base de mosquito Anopheles —de la familia Culicidae que habita en prácticamente todo el mundo incluyendo Europa, África, Asia, América y Oceanía— es segura y que desencadena respuestas celulares y de anticuerpos.
Lo que Manning y su equipo está buscando con esta investigación es una vacuna vectorial, es decir, vectores que expresan antígenos exógenos. Para ello, se insertan uno o más genes que codifican antígenos, generalmente proteínas, en el ADN del vector. Así, cuando el vector replica en la persona, no solo expresa sus proteínas propias, sino también las de los genes insertados. En el caso de este estudio, el vector sería el mosquito.
Lo que pretende esta vacuna es “entrenar el sistema inmunitario” del cuerpo para reconocer las proteínas de la saliva del insecto y generar una respuesta
Con ello, lo que pretenden es “entrenar el sistema inmunitario” del cuerpo para reconocer las proteínas de la saliva del insecto y generar una respuesta para que así prevenga una posible infección vírica.
Tras los primeros resultados positivos, Manning ha regresado a Camboya para llevar a cabo un estudio de campo y poder identificar las proteínas de la saliva candidatas a la vacuna, pero explica pesimista que estos insectos “llevan una tonelada de virus diferentes que solo estamos empezando a descubrir”.
Solo la malaria mata al año más de 400.000 personas, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud. Por el momento, esas muertes ocurren principalmente en países en desarrollo porque no reciben tanta investigación y financiamiento de vacunas. No obstante, debido al calentamiento global, los mosquitos que prosperan principalmente en los trópicos se están mudando otros países.
Fuente: Elconfidencial.com