La Junta de Vigilancia del Río Huasco en compañía de representantes de las comunidades de aguas del canal García y Campusano de Freirina, inspeccionaron una serie de sifones dañados en la Ruta C-46, a la altura del kilómetro 29,480, producto de las obras de mejoramiento que se realizan en la carretera que une Vallenar y Huasco, y que ha generado la interrupción de agua en canales durante tiempo prolongado por “evidentes falencias de construcción”.
En la ocasión estuvieron presente la constructora “Viccsa” y la asesoría de inspección fiscal “Proing” a cargo de la obra, encuentro comprometido en una reunión sostenida entre la Junta de Vigilancia y el Ministerio de Obras Públicas, mandante de la obra en ejecución, luego de una serie de reclamos e inconsistencias denunciadas por los comuneros de aguas, mayoritariamente agricultores.
Se trata de una obra de reposición de la ruta C-46, del sector comprendido entre la intersección con la Ruta 5, en la salida de Vallenar, hasta el acceso a la ciudad de Huasco, longitud total de 43.900 kilómetros aproximados, que no ha estado exenta de dificultades, en esta ocasión por la intervención de sifones de un canal que abastece a cerca de 200 usuarios de aguas que están en severo riesgo de perder sus producciones por la interrupción de agua.
Al respecto, Pedro Muñoz Gahona, presidente de las comunidades de aguas del canal García y Campusano indicó que este problema que arrastra la constructora desde hace más de dos años “tiene a los agricultores con los sifones sin funcionar adecuadamente”.
Nicolás del Río, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Huasco y sus Afluentes, explicó que durante el recorrido evidenciaron “filtraciones en los cajones de sifones, malos diseños de ejes hidráulicos, deficiencias técnicas, insuficiencias de ingeniería y construcción”, y que por lo tanto acordaron levantar un informe que se hará llegar a la inspección fiscal y constructora a cargo de la obra.
Asimismo, el máximo directivo de la Junta de Vigilancia sostuvo que “esto se pudo haber previsto, evidencia de aquello es la que hoy se puede constatar, un sifón recién construido con la máxima tecnología disponible que reemplazarán sifones construidos cien años atrás cuando no existía mayor tecnología, pero que cumplen efectivamente con las características técnicas de ingeniera que conlleva atravesar una carretera”.
Del Río, además explicó que los tiempos de construcción son distintos a los agrícolas, “en el caso de la construcción dependen del fraguado del cemento que puede demorar una serie de días, pero los canales que están para regar los huertos, mantener una industria agrícola, tenerlos paralizados por días es un grave problema para los agricultores”.
Por su parte, María Soledad Callejas, agricultora y usuaria del canal, indicó que debido a que no se realizó una planificación inicial por parte de la empresa y mucho menos una participación y cercanía con los usuarios del canal, llevó a este sector a improvisar el regadío para no perder todas sus cosechas.
En el mismo contexto, Callejas destacó que “después de todo el tiempo trascurrido nos parece impresentable que sigan improvisando e interviniendo sifones. Hemos tenido daños irreparables, agricultores que han perdido parte de su producción, nuestros árboles frutales, estamos con el temor de perder la cosecha de aceitunas. Esperamos recuperarnos rápido, porque a diferencia de otros valles nosotros no tenemos un problema de sequía, tenemos un problema de intervención de canales y eso nos parece gravísimo”.