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Con discrepancias en cuanto a gradualidad: Empresas que han reducido su jornada a 40 horas cuentan su experiencia

Un puñado de firmas adelantadas han hecho realidad una de las principales aspiraciones que tiene el Gobierno en materia laboral.

Un puñado de empresas adelantadas han hecho realidad una de las principales aspiraciones que tiene el Gobierno en materia laboral: reducir la jornada de 45 a 40 horas semanales.

Para reconocer aquello, el Ministerio del Trabajo ha estado entregando en las últimas semanas una certificación bautizada como “Sello 40 horas”, mientras trabaja -junto con otras carteras- en la conformación de mesas técnicas para la confección de un proyecto de ley y viabilizar que la rebaja de la jornada laboral a 40 horas pase a ser una obligación para el mundo empresarial nacional.

El consenso entre empresarios y técnicos desliza que Chile efectivamente debiese avanzar hacia una reducción de jornada de estas características, aunque coinciden que la gradualidad y flexibilidad son puntos fundamentales para que esta iniciativa no significa un duro golpe a las operaciones de las firmas, evitando efectos negativos sobre productividad y empleo.

El Gobierno también entiende que el proceso debe ser gradual, aunque el plan para ello aún no está del todo claro.

Eso sí, a juicio de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, dicha gradualidad no debe entenderse como una reducción de jornada “año a año”. “Por ejemplo, “si uno pensara que pasáramos de45 a 40 horas laborales, reduciendo una hora por año, es algo que genera un importante costo de cumplimiento para los empleadores, porque los obliga a adaptar sus sistemas cada vez que se cambia la jornada laboral“, señaló.

Pero más allá de eso, una buena aproximación de cómo empresas y trabajadores pueden adaptarse a este recorte de jornada pueden hacerla las mismas compañías que lo han concretado, y así lo han hecho.

Desde marzo de este año que la cooperativa de ahorro y crédito, Coopeuch, opera con una jornada laboral de 39 horas para todos su trabajadores, y su gerente general, Rodrigo Silva, explicó el camino por el que han transcurrido para alcanzar aquello.

“En el 2016 redujimos la jornada de 44 a 43 horas semanales. En 2019, la disminuimos a 41 horas semanales y en marzo de este año, instauramos la jornada de 39 horas semanales”, detalló.
“Implementar estas tres últimas medidas ha sido fruto de acuerdos de convenio colectivo que hemos alcanzando con nuestros dos sindicatos”, añadió.

Una estrategia que, incluso ha significa, aseguró, mejoras en productividad.

“Hemos duplicado la operación; la base de socios creció 1,8 veces; aumentamos la participación de mercado de 6,0 %a 7,1%”, afirmó. “tenemos un excelente clima laboral que se demuestra en que 9 de cada 10 colaboradores se sienten orgullosos de trabajar en Coopeuch”, agregó.
Otra historis es la de Caja Los Andes, que actualmente también mantiene una jornda de 39 horas, a la cual llegó tras un proceso paulatino.

“La reducción de nuestra jornada comenzó en 2009”, señaló a Emol María José Líbano, gerenta de Cultura y Desarrollo Organizacional de la compañía. “Ese año rebajamos de 45 a 41,5 horas”.

“Posteriormente volvimos a reducir a 40,25”, acotó. Esto, hasta febrero de este año, cuando “comunicamos la reducción de la jornada laboral a 39 horas semanales para todo nuestro equipo”. ,
“En los últimos 6 años y como parte del proceso de transformación cultural y digital de Caja Los Andes, hemos adaptado nuestra forma de trabajar, lo que fue acelerado por la pandemia, donde se han automatizado procesos manuales para ser más eficientes a nivel interno y estar a la vanguardia respondiendo a los desafíos y necesidades impuestos por nuestros afiliados y afiliadas”, resaltó.

Distinta es la experiencia de la cooperativa de ahorro y crédito Detacoop, desde donde aseguran que su reducción a 40 horas fue un “big bang”: el cambio fue instantáneo.

Sin embargo, desde la Cooperativa Detacoop, aseguran que su implementación de reducción de horas labores fue un “Big Bang”: el cambio fue inmediato.

“La implementación no fue gradual, fue un ‘big bang’. Se comunicó con anterioridad, pero el cambio de horario se hizo de una sola vez, y la verdad fue mucho mejor del punto de vista de otras empresas que conozco que están intentando hacer este cambio”, expuso Alex Figueroa, gerente general de Detacoop.

“Al final, lo importante es la percepción de la gente, la percepción del trabajador, del beneficio que ve detrás de esto que está haciendo la empresa, y cómo le impacta directamente a ellos, de forma automática y no de forma gradual”, subrayó.

Otro ejemplo de reducción inmediata de horas laborales en la semana es la empresa FirstJob, desde donde enfatizan que no hubo problemas en el proceso de cambio. “En nuestro caso el proceso fue bastante rápido y sólo tomó un par de mesesya que en ese entonces éramos una empresa de menos de 30 personas que trabaja en modalidad 100% remota, entonces logramos adaptarnos fácilmente a este proceso”, afirmó la CRO y cofundadora de FirstJob, Sofía Giraudo.

“Siempre hemos tenido una cultura pro flexibilidad y adaptabilidad al cambio así que eso ayudó bastante al éxito de esta iniciativa”, cerró.

Fuente: Emol

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