La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) ha lanzado su pronóstico estacional para el trimestre noviembre-diciembre 2023 – enero 2024, revelando un verano excepcionalmente caluroso. Se anticipa que las temperaturas superarán los 43°C en la zona centro-sur del país, alcanzando niveles históricos. Este fenómeno se atribuye a la combinación de El Niño y el calentamiento global, generando un bloqueo atmosférico que impide la entrada de sistemas frontales frescos.
El investigador Pablo Rojas explica que esta persistencia de altas temperaturas ha extendido la estación de verano en los últimos años, acortando el otoño. La combinación de factores climáticos y El Niño hace prever un verano con potenciales récords de temperatura y una temporada activa de incendios forestales.
La Agencia Oceanográfica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) pronostica que El Niño persistirá al menos durante el primer semestre del próximo año, afectando todo el verano austral. Este fenómeno está asociado con el debilitamiento de los vientos alisios y el movimiento de agua cálida, contribuyendo al calentamiento atmosférico global.
Aunque el informe no establece una tendencia a largo plazo, se destaca que los cambios climáticos globales pueden intensificar eventos extremos como incendios forestales, sequías y desbordes de ríos. El 2023 ya ha experimentado desastres naturales significativos en Chile, con incendios forestales y lluvias intensas.
La comunidad se insta a prepararse para eventos climáticos extremos, con la colaboración entre autoridades, científicos y la población como clave. A pesar de la eventual disminución de El Niño, se advierte que el calentamiento global persistirá, augurando veranos futuros más intensos con récords de temperatura que podrían establecerse pronto. El escenario climático presenta desafíos significativos que requieren atención y medidas preventivas.
La Tercera