Las instalaciones de ENAMI en Paipote cumplieron un nuevo año al servicio de la pequeña y mediana minería de Atacama, estableciendo mejores resultados de productividad y materializando innovaciones por más de US$13 millones que apuntan a una operación más sustentable.
En medio del proceso de mantención anual programada con que proyecta aumentar a 96% la captura de emisiones de Dióxido de Azufre (So2) de sus instalaciones, la Fundición Hernán Videla Lira de la Empresa Nacional de Minería (ENAMI)celebró 68 años como motor de desarrollo económico para la minería de menor escala de Atacama. De esta manera, el nuevo aniversario encuentra al plantel concretando importantes desafíos para consolidarse como una operación más sustentable, amigable con el medio ambiente y vinculada colaborativamente con las comunidades vecinas.
Esto gracias a sus avances permanentes en línea con la nueva normativa medioambiental vigente y que, el año recién pasado, tras la puesta en marcha de la Planta de Tratamiento de Gases de Colay una inversión de US$ 56 millones, la transformaron en la primera fundición estatal en cumplir con el Decreto Supremo N°28 que regula las emisiones de las fundiciones de cobre.
Asimismo, y con la ejecución de la mantención anual programada de 2020-que significa una inversión de US$ 8 millones- la fundición proyecta superar el 95% de captura exigido por la actual normativa, con la ejecución del proyecto de adición de carga fría, cuya inversión asciende a los US$5 millones.
Desempeño
Durante el ejercicio 2019, el plantel de ENAMI logró un aumento considerable en relación con la producción del año anterior, al fundir más de 336 mil toneladas de mineral, obteniendo 65 mil toneladas de ánodos de cobre y 272 mil toneladas de ácido comercializable.Así la fundición Hernán Videla Lira concretó su primer año de resultados positivos en una década, hito alcanzado con el compromiso de sus 553 trabajadores propios y más de 600 contratistas. Asimismo, el año pasado también se pudo observar una variación positiva de 16% en la cifra de productores mineros que abastecieron al plantel de la estatal.
“Tenemos una gran responsabilidad con ENAMI y con el desarrollo regional y nacional, por lo que nuestro rol es potenciar las actuales operaciones del complejo metalúrgico y proyectarla hacia el futuro para hacerla rentable y amigable con el medio ambiente, otorgando además, empleo de calidad a nuestros trabajadores y a todas las empresas que colaboran con nosotros. De igual forma la responsabilidad va más allá en el sentido de ser un generador de desarrollo agregando más productos y subproductos, la obtención de otros metales que hoy están en el ámbito estratégico, que nos permitan posicionarnos de mejor manera hacia el futuro y ante la competencia. Sin lugar a dudas que avanzando en una empresa altamente sostenible, rentable y sólida podremos ejercer de mejor manera el rol de fomento a la pequeña y mediana minería del país”, comentó el gerente del Complejo Metalúrgico Paipote-Matta, Marcelo Bustos.
Finalmente, el vicepresidente ejecutivo de ENAMI, Robert Mayne-Nicholls apuntó a que “estamos proyectando una operación más sustentable y responsable con el medio ambiente en línea con una mejor productividad. En ese sentido, tras varios años de cifras negativas logramos finalizar 2019 con buenos resultados financieros, productivos y también medioambientales, motivo que nos llena de orgullo, pues desde el año pasado hemos visto una reducción de los episodios de impacto en nuestras comunidades, lo que no quiere decir que no debamos seguir avanzando. Hoy lo seguimos haciendo con distintos proyectos de innovación para aumentar la captura de nuestras emisiones y dar tranquilidad a nuestros vecinos. Tuvimos un buen año que nos permite seguir desafiándonos para continuar siendo motor del desarrollo de Atacama”, finalizó el vicepresidente ejecutivo de ENAMI, Robert Mayne-Nicholls.
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