Leonardo Vidal Hernández
Académico Terapia Ocupacional, U. Central
El 2 de abril, conmemoramos el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, un momento clave para reflexionar sobre la situación de las personas adultas con Autismo en Chile. Este día representa una oportunidad para abordar los desafíos y avances en la inclusión de las personas autistas en nuestra sociedad. ¿Qué está sucediendo con los adultos autistas y sus necesidades específicas?
En Chile, se estima que alrededor de 289,748 personas con autismo, aunque carecemos de estudios de prevalencia nacionales completos. Alarmantemente, nuestro país tiene una de las tasas más altas de diagnóstico de autismo infantil a nivel internacional, con 1 de cada 51 niños diagnosticados, superando incluso a naciones como Estados Unidos. Sin embargo, esta alta prevalencia a menudo no se traduce en el mismo nivel de atención y recursos para los adultos autistas.
Mientras el Ministerio de Salud ha puesto un fuerte énfasis en la infancia, surge la pregunta crucial: ¿qué se está haciendo para atender a los adultos autistas? Las políticas y legislaciones actuales, como la Ley TEA promulgada en marzo de 2023, buscan asegurar la igualdad de oportunidades y la inclusión social, pero aún queda mucho camino por recorrer en su implementación efectiva a lo largo de todos los cursos de vida.
Por ejemplo, el sistema educativo enfrenta desafíos significativos para integrar adecuadamente a estudiantes autistas. La Ley TEA busca crear comunidades educativas inclusivas; sin embargo, para lograr una verdadera inclusión, se requiere un esfuerzo coordinado que considere las trayectorias educativas y laborales de los adultos autistas. Esto implica la necesidad de desarrollar trajes a medida que se ajusten a las diversas circunstancias de cada individuo, ya que los apoyos no deberían ser recetas estándar, sino apoyos personalizados.
Otro aspecto crítico que no podemos pasar por alto es la salud mental de la población adulta autista. Muchos adultos enfrentan múltiples coocurrencias, como ansiedad, depresión y otras dificultades de salud mental, que pueden verse exacerbados por la falta de acceso a servicios de salud oportunos en la red pública. La atención a su salud mental debe ser una prioridad, proporcionando tratamientos adecuados y accesibles que les permitan llevar una vida plena y satisfactoria
Al reflexionar en este día, es vital que enfoquemos nuestros esfuerzos en la inclusión real de las personas adultas autistas. Debemos preguntarnos: ¿cómo podemos mejorar sus trayectorias educativas y laborales?, ¿qué necesitamos cambiar en nuestra sociedad para asegurar que todas las personas, independientemente de su condición, puedan participar plenamente en la vida social y laboral?
Renovemos nuestro compromiso de construir una sociedad inclusiva, donde cada persona tenga un espacio, un lugar y los apoyos adecuados para lograr sus propios proyectos de vida. La concienciación sobre el autismo no debe ser sólo un día en el calendario, sino un llamado a la acción permanente hacia un futuro inclusivo para todos.