Estamos en un momento de decisiones fundamentales en el país. Las demandas sociales unidas con una emergencia climática global nos obligan a elegir un camino para el futuro del planeta, de Chile y de sus regiones. Desde Atacama hemos estado muy atentos a las discusiones de la Convención Constitucional, así como la del proyecto de royalty minero, hoy discutiéndose en el Senado.
La minería es parte de Atacama. Somos una región donde un 40,5 % del PIB (2019) se explica por la actividad minera y en la cual el 64,8% de la fuerza laboral, es el resultado de la suma de trabajadores directos e indirectos de la minería. Con ello, somos la región con mayor porcentaje de trabajadores mineros en todo Chile.
Para nosotros en Atacama, es muy importante que el royalty sea estudiado a cabalidad desde el punto de vista técnico. El penúltimo catastro de proyectos de Cochilco del año pasado arrojó una cifra de inversión de US$74.047 millones, mientras que el del presente año contabilizó 51 proyectos a materializarse por US$68.925 millones.
Muchas razones pueden explicar esa baja, pero con el desafío de tener que explotar leyes más bajas, Chile no puede darse el lujo de regalar su competitividad a otras jurisdicciones más atractivas.
La minería no es solo un rajo o un túnel de donde se saca mineral. La minería son restaurantes, hoteles, emprendimientos, cultura y empuje regional. Tiene un efecto multiplicador que no tiene ninguna otra industria en el país y que repercute en todo su entorno, en todo su ecosistema productivo.
Con un impuesto sobre las ventas que no deroga el vigente royalty -denominado jurídicamente el Impuesto Específico a la Minería- sencillamente, algunas compañías quedarían fuera de rango para operar. Si de fondo hay objetivos loables como aportar más a las regiones productoras con un fondo de convergencia, no hay dudas que el diálogo fructífero es justamente lo que esperamos desde nuestro lado.
Respecto a la posible nueva Carta Magna del país, nos gustaría una Constitución que se preocupe de la lucha contra el cambio climático. Toda innovación energética demanda más minerales. La electromovilidad y la transformación energética libre de emisiones no será posible sin minerales como el cobre y el litio que abundan en nuestro país. O que están presentes en nuestra región como el cobalto, que puede ser usado en baterías.
Como Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama (Corproa) elevamos una solicitud y un requerimiento para poder ser parte de esta discusión clave para el futuro de Chile en la Convención Constituyente.
Por Daniel Llorente, presidente de CORPROA