- Ambos son pioneros en el Valle del Huasco y esperan expandir sus negocios en la región y el país.
- Hace 17 años que no se emitían nuevas autorizaciones sanitarias para venta de quesos provenientes de la pequeña agricultura.
Luis Guajardo lleva casi 10 años viviendo en sector La Vega, Alto del Carmen. En este tiempo se ha dedicado 24/7 a trabajar en su emprendimiento ligado a la crianza de cabras de las cuales obtiene queso y manjar. Luis acaba de recibir la resolución sanitaria que lo convierte en el primer criancero productor de manjar de leche de cabra con resolución sanitaria en el Valle del Huasco: logro histórico para la provincia, y se suma al hecho de que hace 17 años no se emitían nuevas autorizaciones sanitarias para venta de quesos provenientes de la pequeña agricultura. Un premio al esfuerzo que Luis y su familia le han dedicado a la actividad.
“Para mí la agricultura es el sustento de nuestras familias, es vida, es alimento, un oficio que nos da relajo como grupo: son tantas cosas a la vez que podría comentar, y que esta resolución la hemos esperado por mucho tiempo, paso a paso, cumpliendo todas las etapas que nos indicaban, sin perder la esperanza de que todo al final tiene un resultado” reflexiona Luis sentado en la pérgola de su casa rodeada de naranjos, paltos, higueras y limones.
Sesenta kilómetros separan a Luis Guajardo de Paula Riquelme, quien vive en la quebrada de Camarones en las cercanías de Vallenar. Paula también obtuvo su resolución sanitaria y cuyos quesos con vino, orégano y merkén desde ahora pueden venderse en cualquier punto del país. Paula es contadora de profesión, pero como Luis, criancera de alma. Lo suyo fue en primer lugar poder mejorar la alimentación y la genética de sus animales. “Yo siento un orgullo de verdad, no sólo por mi parte, sino porque detrás mío hubo mucha voluntad de mi padres por apoyar esta forma de traer el sustento familiar”, dice.
Tanto Luis como Paula, agradecen los esfuerzos de los organismos públicos como INDAP, por preocuparse en cada etapa de su crecimiento. “Me acuerdo que hubo tiempos muy difíciles –recuerda Paula- en que creí que iba a fracasar este esfuerzo. Faltaba mayor coordinación entre las instituciones, pero hubo gente que creyó en nuestro emprendimiento y nos siguió apoyando, pese a las adversidades. Uno tiene que fijarse metas en la vida, y aunque todo parece ir mal en un momento la recompensa viene al final del camino, y en ese sentido estoy muy agradecida de INDAP y de otros organismos que nos apoyaron”.
Pero este es sólo el comienzo para ambos productores, pues ya tienen planes de expansión en sus negocios. Por lo pronto Paula Riquelme ya estaba teniendo entregas con empresas mineras cercanas en Vallenar. “Quiero posicionarme en el negocio de los restaurantes gourmet y llegar a un público selecto, porque creo en el valor de mis quesos. Asimismo Luis Guajardo junto a la familia esperan ver crecer la venta de productos online a causa de la pandemia por Covid-19. “Nuestros productos tienen el mejor sello e identidad del Valle: de eso no cabe duda”, afirma.
Mariela Herrera, directora regional de INDAP, comenta en este sentido, “como INDAP estamos muy contentos por el logro de estos productores, sin duda es un hecho trascendente para ellos y sus familias. Principalmente porque resume el esfuerzo de años en que su paso por nuestros programas e instrumentos cobra sentido e importancia, y ahora es cuando más podemos decir que este esfuerzo valió la pena. El rubro criancero en Atacama es un rubro con importantes desafíos en el ámbito productivo, pero con una riqueza que otorga identidad a nuestra región. Como Gobierno a través de INDAP vamos a seguir apoyando a los crianceros con los instrumentos que estén a nuestro alcance porque queremos, que con su trabajo y nuestro apoyo, sigan el ejemplo que hoy están dando Paula Riquelme y Luis Guajardo”, destacó la autoridad.
Fuente: Indap Atacama.