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¿Cuál es el ambiente interno actual en los partidos políticos chilenos?

Las últimas elecciones del PS dejaron al descubierto un profundo quiebre interno entre la mesa directiva liderada por Álvaro Elizalde y la disidencia liderada por Maya Fernández, la cual a su vez también parece estar dividida en su mirada sobre el futuro del partido.

A la dura campaña que ambos encabezaron para lograr controlar a la colectividad, se sumaron acusaciones de fraude electoral e incluso vínculos con el narcotráfico, dejándola sumida en una de sus peores crisis a lo largo de la historia.
Sin embargo, durante los últimos días han habido señales de que las aguas están más tranquilas: La mesa reelecta ha sostenido reuniones con los senadores y diputados socialistas y ha reactivado sus conversaciones con el resto de los partidos de centroizquierda con miras a la unidad del sector.
Por otra parte, la oposición inició una nueva etapa de coordinación, en la cual decidieron no utilizar los cupos que les correspondían en la directiva y si participar en otras instancias del partido como la comisión política y el comité central, según informó el vocero del bloque, el ex ministro Germán Correa.
Sin embargo, el complejo escenario del socialismo no tiene réplica en el resto de los principales partidos tanto de la ex Nueva Mayoría, como del Frente Amplio o Chile Vamos, en donde las distintas oposiciones a las actuales dirigencias están en relativa calma o incluso en franca colaboración.
Una de las principales razones que explican ese hecho, es que la mayoría ya tuvo sus comicios internos hace menos de un año, lo cual dejó claro qué sectores poseen mayorías y cuáles quedaron en posiciones más minoritarias.
Quizás el único que está pasando ciertos apuros es el presidente de la DC, Fuad Chahín, quien durante el año en el que ha estado a cargo de la tienda ha tenido que enfrentarse continuamente con figuras como Francisco Huenchumilla, Yasna Provoste y Jorge Pizarro.

Sin embargo, el líder democrátacristiano cuenta con un fuerte respaldo al interior del partido, en el Consejo Nacional, en la bancada de diputados y en las bases, lo cual le ha dado margen a su conducción para tomar decisiones como los acuerdos con el Gobierno.

Una situación similar se observa en el PPD, en donde el ex canciller Heraldo Muñoz se impuso hace poco más de un año con una amplia mayoría, logrando estabilizar al partido y darle un nuevo brío. Su buen desempeño en las encuestas da cuenta del éxito de su gestión.

Finalmente, se impuso la diputada, cerrando de alguna forma esa discusión. Sin embargo, según cuentan desde la colectividad, hasta el momento el partido pasa “por un momento de calma” y se observa un ambiente de cooperación, sobre todo en temas técnicos, comentan.

En tanto, en el segundo partido más relevante del FA, Convergencia Social, hace menos de dos meses que se estableció su directiva liderada por la diputada Gael Yeomans, quien contó con el respaldo del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, entre otras figuras.

En la disidencia, quedó el sector comandado por Stephanie Peñaloza, ex vocera del Movimiento Autonomista, y que contó con el apoyo del diputado y máxima figura del nuevo partido, Gabriel Boric. Sin embargo, debido a su corta vida, por ahora ambos sectores están enfocados en conseguir las firmas para la constitución de la tienda.

Fue en diciembre de 2018 cuando Jacqueline Van Rysselberghe consigió su reelección como presidenta de la UDI. El proceso no fue fácil, ya que enfrentó una fuerte oposición encabezada por el diputado Javier Macaya, pero su triunfo selló de alguna forma las voces que pedían un tono más liberal al proyecto gremialista.

Pese a que el resultado de los comicios fue estrecho (52% versus 48%), la línea conservadora de la senadora no ha tenido mayores sobresaltos y las principales figuras de la disidencia, como el propio Macaya y el diputado Jaime Bellolio, han seguido dando batalla, pero de forma más silenciosa respecto a lo visto en campaña.

En tanto, el escenario más unitario se observa en RN, donde el diputado Mario Desbordes no cuenta con una disidencia organizada, según comentaron desde el partido. No obstante, el diputado participó de elecciones internas abiertas en noviembre del 2018, donde se midió con la lista regionalista del dirigente Álvaro Contreras. Comicios que además tuvieron una buena participación de la militancia, desarrollándose sin contratiempos y donde finalmente Desbordes ganó con amplia mayoría.

Quizás el principal peligro que enfrenta el parlamentario se encuentra en los sectores más conservadores de la colectividad, cuyos representantes en el parlamento no han dudado en coquetear con el ex candidato presidencial independiente, José Antonio Kast, y en poner a la mesa en problemas con sus posturas valóricas.
Fuente Emol
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