Mientras la ley que promueve el almacenamiento de energía eléctrica y la electromovilidad avanza, aún existen barreras para implementar esta última a lo largo del territorio nacional.
La Comisión de Minería y Energía aprobó por unanimidad, el pasado 5 de octubre, el proyecto que promueve el almacenamiento de energía eléctrica y la electromovilidad. Mientras que el ministro de la cartera, Diego Pardow, mencionó que una de las prioridades del Gobierno será impulsar esta iniciativa. Aunque, también agregó que “existen barreras que impiden una mayor integración de vehículos eléctricos al parque local”.
En 2021, la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) identificó diversas barreras de implementación y operación de la infraestructura de carga pública para vehículos eléctricos.
La primera de ellas es la inmadurez de la oferta del mercado, ya que los usuarios no adquieren vehículos eléctricos (VE) ni infraestructura de carga (IC) debido a la poca oferta y sus altos costos. También existe un desconocimiento general (inmadurez de la demanda), donde potenciales usuarios desconocen la tecnología.
El estudio menciona como un tercer factor, los costos de instalación que puede tener la IC, siendo equivalente al 10% o más del precio del VE, y calificándolos como elevados e inciertos, pues dependen de las características de la vivienda donde se instale.
Por otro lado, las tarifas eléctricas actuales no son un incentivo para aprovechar la flexibilidad de la carga de VE, ni remuneran al cliente por los potenciales servicios al sistema eléctrico.
El estudio enfatiza que no hay instalaciones eléctricas aptas en Chile para la carga de un VE. Además, no contar estacionamiento en la vivienda limita significativamente la posibilidad de cargar el vehículo en el hogar.
Asimismo, los arrendatarios requieren de autorización del dueño de la vivienda para instalar IC, y no podrán recuperar parte de los costos invertidos cuando el arriendo finalice. Mientras tanto, las características de los edificios residenciales dificultan la carga en sus espacios.
Otro factor que complica la electromovilidad en Chile es la capacidad limitada del empalme y las redes de distribución, pues eventualmente podría implicar limitaciones en la carga del VE y retrasos en solicitudes de nuevos/ aumentos de empalmes para los usuarios. Mientras que para el sistema, podría implicar incrementos en la tarifa de distribución para financiar las inversiones en las redes eléctricas.
La vulnerabilidad energética también dificulta el acceso, ya que los hogares que no cuenten o cuenten de forma parcial con electricidad; viviendas con instalaciones eléctricas insuficientes e inseguras, y con altos niveles de endeudamiento en la cuenta de electricidad, tendrán grandes dificultades para realizar carga residencial.
Fuente: Portal Minero