La actividad referil, clave en el desarrollo del fútbol nacional, está regida por varios parámetros. El salarial es uno de ellos y establece diversos rangos de acuerdo a la categoría del juez.
Los árbitros son actores fundamentales en el fútbol. En el chileno, en el último tiempo, han estado expuestos a la crítica por sus desempeños y hasta han sido protagonistas de fuertes crisis. La que provocó la salida de Javier Castrilli es, probablemente, la más grave. Recientemente, una grave acusación contra Julio Bascuñán, relacionada precisamente con el favorecimiento en las designaciones por motivaciones personales, volvió a remecer a la actividad. La calma no llega. Sin ir más lejos, hace menos de un mes se produjo la salida definitiva de Mario Sánchez de la ANFP. El ex juez FIFA había vuelto en 2017, cinco años después de ser el eje de otra situación controvertida: el denominado Club del Póker. La última: la denuncia por acoso contra Franco Jiménez realizada por una jueza del plantel de proyección, en el marco de una celebración gremial del Día del Trabajador.
En el tiempo, las condiciones en que se desempeñan los encargados de aplicar el reglamento en cada uno de los encuentros han variado. La tendencia es a la profesionalización. De hecho, ha aumentado considerablemente la cantidad de réferis que se dedican exclusivamente a esta ocupación, a diferencia de lo que acontecía antaño, cuando era una obligación que tuvieran otra actividad económica compatible con la obligación que asumían los fines de semana. Hoy, de hecho, están agrupados en un sindicato y suscriben un contrato colectivo con la ANFP. El documento establece sus ganancias con claridad.
¿Cuánto ganan?
El 15 de septiembre de 2022 se firmó el último contrato colectivo. Por la ANFP comparecieron el presidente, Pablo Milad, el gerente general, Enzo Yacometti. Por los árbitros, lo hizo el titular sindical, Felipe González, acompañado por los directores Felipe Jara y Constanza Salinas.
Después de las definiciones y consideraciones generales propias de un convenio de esta naturaleza, se entra derechamente en materia monetaria. La primera alusión es a los partidos amistosos. Así, por ejemplo, un juez FIFA o ex FIFA percibirá $ 383.323 por dirigir un duelo de esta naturaleza. Para uno de Primera División, el monto cae a $ 304.104. Los asistentes, en tanto, se embolsan $ 201.263 si forman parte del primer grupo y $ 170.637 si integran el segundo. Si el juez es de Primera B, el pago que le corresponde es $ 251.460. A un asistente, $ 148.759.
Luego se establecen las ganancias de los jueces. Otra vez, hay categorías. Están los No Profesionalizados. Vale decir, los que no se dedican exclusivamente al referato, y los Profesionalizados. Los primeros tienen un salario base de $ 95.550 más lo que les corresponda recibir por partido dirigido. Los que no registren actuaciones oficiales en el mes no se quedan con las manos vacías: se les paga la mitad del sueldo mínimo y el mencionado base.
Los Profesionalizados son los que están más seguros. Un árbitro FIFA o ex FIFA en esta condición obtiene $ 1.800.000 como sueldo base. Un asistente que lleve la insignia del ente rector del fútbol mundial o la haya portado suma $ 1.087.000. Mientras, un juez de Primera División añade a su cuenta $ 1.200.000 y un asistente, $ 690.000.
Los bonos
Los ingresos variables son igualmente llamativos. Están referidos a los partidos dirigidos y a la labor de cuarto árbitro. En el último caso, se establece que corresponderá el pago del 60% del valor de su categoría, siempre que no formen parte de la categoría Árbitro Pro, que se rige por condiciones pactadas individualmente. Hay bonos de entre un 50 y un 100 por ciento en caso de que deban dirigir encuentros en modalidad de playoffs entre los cuartos de final y la final. También se establecen para esas mismas instancias de la Copa Chile y para la definición de la Supercopa. En esos casos, se les cancelará el 100 por ciento adicional por encuentro.
Los partidos amistosos internacionales televisados, de clubes o selecciones, son, con seguridad, los más apetecidos, pues implican el pago del doble de lo emolumentos. El acuerdo estipula, además, que si un partido no se juega por circunstancias ajenas al juez, los ingresos igualmente deben llegarles.
Para estos efectos, las cifras están debidamente detalladas. Quienes más cobran son los jueces FIFA o ex FIFA: $ 766.645. Los asistentes en la misma categoría recaudan $ 402.526. Un juez de Primera División percibe $ 609.227 y un asistente, $ 341.273. En la Primera B, los valores caen a $ 502.919 para el central y $ 297.518 para los asistentes. En Segunda División, los valores son de $ 306.657 y $175.000. En el fútbol femenino, una árbitra FIFA obtiene $ 157.510. Una asistente, $ 122.114.
Los árbitros y asistentes Pro se rigen por otro principio: “Además de la remuneración base, percibirán un emolumento por cada designación realizada por la Comisión de Árbitros, de carácter oficial o amistoso, entendiéndose cualquier competencia nacional, sin distinción de partido, ya sea de árbitro, árbitro asistente, cuarto árbitro, VAR, AVAR y AVAR2″. Además, en caso de ser designado como asesor en el Fútbol Joven, añadirá otros $ 50 mil. Dos veces al mes puede ser convocado para esa tarea.
Hay otro bono, que premia el mérito. Un juez que sea designado por la FIFA para un Mundial Adulto, masculino o femenino, recibirá $ 600 mil mensuales brutos por concepto de Bono Extraordinario de Preparación.
Los viáticos y las condiciones
Los viáticos y las condiciones de traslado están debidamente acordados. Los traslados desde Santiago a Ovalle y el resto de las ciudades hacia el norte y desde la capital a Chillán y el sur se realizan en avión. El resto, por tierra, deberá ser provisto por la ANFP.
Los viáticos son un elemento crucial. El juez que salga desde Santiago para dirigir un partido en El Salvador será el que obtenga el mayor ingreso por esta vía: $ 115.662. Calama se sitúa apenas un poco más abajo en ese escalafón: $ 110.926. Las cifras decrecen hasta los $ 25.468 que percibe un juez que sea designado para encuentros que se jueguen en las regiones de Valparaíso y O’Higgins. También se establecen los valores para quienes pertenecen a los colegios de Antofagasta y Concepción y sus respectivos desplazamientos.
La ANFP se obliga a proveer toda la indumentaria y la implementación para los árbitros. Además, debe facilitarles las condiciones para la debida preparación, como cancha de pasto, sala de máquinas y duchas con agua caliente, además de un lugar para las evaluaciones físicas de acuerdo a los requisitos establecidos por la FIFA.
También se establecen los horarios de trabajo físico: a las 07:00 horas y a las 19.30 horas. Los árbitros contarán con la cantidad de profesores que disponga la Comisión de Árbitros, además de kinesiólogo y masajista y se les practicará un chequeo médico anual.
La entidad que rige al fútbol chileno garantiza, además, el pago de 300 UF al sindicato que agrupa a los jueces, pagaderos en dos cuotas. Y, lo más importante, el traspaso del total de los ingresos netos derivados de la publicidad que luzcan los jueces en sus uniformes hasta un total de $ 95 millones más el 40 por ciento de lo que exceda esa cantidad.
Hay un último beneficio vinculado a lo económico: cada árbitro tiene derecho a un ticket para la tribuna Andes en los partidos que juegue la Selección en Santiago.
FUENTE EL DEPORTIVO LA TERCERA