El juicio contra el futbolista Dani Alves por denuncia de agresión sexual en Barcelona, España, vive horas cruciales.
Este miércoles, en la tercera jornada, fue el turno de que el jugador presentara su testimonio y respondiera a las distintas interrogantes.
En este sentido, Alves aseguró, como ya había dicho anteriormente, que hubo “sexo consentido” con la denunciante -de 23 años- en el baño de Sutton, reconocido club de la mencionada ciudad.
En su declaración, el lateral brasileño manifestó que, antes de ir a la discoteque “bebí dos botellas de vino alguna copa de whisky”. Una vez en el local, Alves afirma que se puso a bailar con la mujer y que “ella empezó a rozar sus partes con la mía. Un baile típico, de perrear. Puso la mano para atrás y empezó a tocarme las partes”.
Esa acción, según Alves, lo llevó a realizar la invitación de ir al baño. “Me dijo que sí para ir, no tuve que insistir” y “fui yo primero me quedé un rato esperando, pensando que no iba a venir, que no quería. Y cuando abrí la puerta prácticamente me di con ella en la puerta”.
Alves, detalló, que una vez en el baño “ella se puso de rodillas delante mío y empezó a hacerme una felación. Me bajé los pantalones y me senté en la taza del lavabo”.
“La felación fue prácticamente todo el coito. De después se sentó delante de mis piernas, cuando fue a eyacular y eyaculé fuera de su sexo”, complementó.
Para Alves lo ocurrido fue todo normal. “No la abofeteé, ni la tiré al suelo. No soy un hombre violento” y “no me dijo que no quería practicar sexo”, agregó, para luego romper en llanto.
“Me llegó la noticia que me estaban acusando de violación por la prensa. Se me vino el mundo encima”, dijo entre lágrimas, especificando que “nunca me dijo que parara, estábamos los dos disfrutando y nada más”.
Fiscalía quiere una pena “que no sea mínima”
Del otro lado, la fiscalía se cuadró completamente con la supuesta víctima y remarcó que “su relato es absolutamente creíble”.
“La víctima nos explicó que accedió voluntariamente a ese lugar, aunque no sabía que era un baño. Ella se sentía culpable de haber entrado a ese lugar. Es un sentimiento habitual en víctimas como han dicho los forenses, cuando no merecen culpa alguna”, acotó.
La fiscal, además, desacreditó totalmente la versión de Alves. “Le propinó bofetadas en la cara cuando estaba en el suelo. Le dijo ‘di que eres mi putita””.
“Si tienes que golpear a una mujer, agarrarla del pelo y la mandíbula con fuerza para que te practique una felación es difícil que confundas los hechos”, puntualizó.
En la misma línea, se hizo hincapié en que “por el hecho de que una mujer acepte una copa en un reservado no implica que tenga interés sexual” y “si ella dice hasta aquí, es hasta aquí. No puede continuar él sólo sin que ella”.
“Le dieron igual sus súplicas. La agarró del suelo, la lanzó al suelo, le tuvo que dar varias bofetadas. Difícilmente puede haber una confusión en esa situación… Ella no iba con la intención de tener ninguna relación sexual con él”.
Finalmente, la fiscalía profundizó en que “al ser tan mediático los daños morales exceden con creces el ser víctima de una agresión sexual. Este asunto, estos hechos, no son merecedores de una pena mínima”.
Consignar que después de este miércoles, el Tribunal tiene un plazo de 20 días para entregar su sentencia definitiva. Alves ya lleva un año en prisión preventiva.