Un hito importante se vivirá este domingo cuando se elijan en segunda vuelta a 11 nuevo gobernadores regionales, que se sumarán a los otros cinco electos en octubre pasado. Y si bien se trata de un paso importante para las regiones, todavía existen algunos pendientes que, a juicio de varios, obstaculizan su labor.
El tema es motivo de molestia para muchas autoridades, quienes acusan que el Gobierno está al debe en sus compromisos con la descentralización e incluso con los propios gobernadores.
El principal punto que es causa de queja es que La Moneda no ha cumplido la promesa de campaña del Presidente Gabriel Boric, de acabar con la figura de los delegados presidenciales y traspasar sus atribuciones a los gores. Esto pues se cree que las funciones de los primeros chocan con las de los segundos.
“Si el pueblo de Chile nos da el honor de poder representarlos de aquí en adelante, no les quepa duda que en nuestro futuro gobierno se va a terminar la figura del delegado presidencial”, dijo Boric como candidato presidencial en 2021 en la Cumbre de Gobernadores Regionales, en San Pedro de La Paz, agregando que el cargo en cuestión “hoy, está siendo un obstáculo”.
Algo que más adelante reiteró la ministra del Interior, Carolina Tohá, ya siendo gobierno en 2022: “Ese compromiso que el Presidente ha tomado está vigente y se va a cumplir (…) No significa simplemente eliminar a los delegados, sino que cambiar la figura, hacer una modificación de cómo la institucionalidad, de presencia de Gobierno central en las regiones, está resuelto en la actualidad que es insatisfactorio”.
Reclamos de gobernadores
Fue a inicios de este mes cuando el gobernador metropolitano, Claudio Orrego, reclamó en Radio Universo que “ésta ha sido una gran decepción para el mundo de las regiones, porque el Presidente Boric nos comprometió, eso en una reunión que tuvo con los 16 gobernadores una vez electos, y esa promesa definitivamente no se cumplió”.
Con ello, explicó que “cuando uno habla hoy día con el Gobierno, le dicen que no se van a eliminar los delegados. Yo lo encuentro lamentable, porque tal como quedó configurado el cargo del delegado, se presta para duplicidades, para confusiones y para descoordinaciones”.
En esa línea, Orrego advirtió que “es muy distinto tener un encargado del orden público, que era lo que se planteó en un comienzo, a un delegado que hace como que coordina los servicios públicos, pero al final no los coordina, sino que simplemente se dedica a temas de orden público, y le quita capacidad al gobernador, que tiene los recursos, de coordinar a todos los servicios públicos de la región”.
Además, el gobernador a la reelección relató que también ha generado diferencias entre el Ejecutivo y los gobernadores, “la posibilidad de entregarle a los gobiernos regionales, al menos la competencia de prevención del delito, tal como la tienen los municipios. Este proyecto de ley se envió hace un año al Congreso, nunca se le ha puesto urgencia, y pareciera tampoco haber voluntad en el Gobierno de entregarnos esa facultad, que es bastante obvia”.
También fue crítico con el Gobierno el gobernador a la reelección por Valparaíso, Rodrigo Mundaca (IND-FA), quien dijo hace unos días a La Tercera que “en materia de descentralización hoy día no ha habido un esfuerzo (del Gobierno) descentralizador con el vigor que uno quisiera”.
Así, junto con cuestionar que “sigan existiendo los delegados regionales presidenciales”, Mundaca manifestó que “en materia de descentralización fiscal, el 93% de nuestro presupuesto proviene del erario central y todavía no tenemos descentralización fiscal en circunstancias que alojamos los principales puertos del país en nuestra región y los puertos no nos tributan ni un peso para nuestra región. Y esa es una discusión de fondo”.
Respecto a la discusión sobre los delegados presidenciales, la propia ministra Tohá dijo en julio pasado durante el Tercer Congreso de Descentralización, organizado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), que “administrando el Gobierno se llegó a la conclusión que no tener delegados presidenciales en las regiones no era una buena idea y que el Gobierno iba a quedar sin orientación”.
También expresó sus críticas el candidato a gobernador por la RM Francisco Orrego (RN), quien planteó en Radio Agricultura que “el confiar en la palabra del Presidente de la República hoy en día es realmente tirarse un piquero en una piscina sin agua”, añadiendo que cree que el Mandatario no cumplirá su palabra.
¿Qué ha hecho el Gobierno?
En agosto del 2022, el Presidente firmó un acuerdo entre el Ejecutivo y la Asociación de Gobernadores Regionales, con el cual se dio inicio al proceso de traspaso de competencias. Se trataba del traspaso de poder de decisión desde el gobierno central a los jefes regionales sobre más de cuarenta programas o instrumentos en los ámbitos de Desarrollo Productivo, Desarrollo Cultural y Social y Ordenamiento Territorial, lo cual permitiría a las regiones realizar sus propios planes de desarrollo.
Serían los propios gobiernos regionales quienes definirán los tiempos en que cada competencia propuesta por el gobierno podía ser asumida por su institucionalidad regional y cuáles de estas competencias se alinean con el proyecto de desarrollo local. En una segunda etapa, cada gobierno regional trabajará con el gobierno central nuevas competencias que no estaban en el primer paquete.
En paralelo, la Dirección de Presupuestos (Dipres) suscribió un acuerdo con la Asociación de Gobernadores para avanzar en flexibilidad y autonomía presupuestaria.
Previamente, en el mes de junio de ese año, el Gobierno les transfirió la presidencia del Comité Regional de Uso de Borde Costero (Crubc) a las y los gobernadores regionales.
Hace unos días el mismo de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), expresó tras las críticas de Francisco Orrego que “el Gobierno ha presentado iniciativas para continuar con el proceso de descentralización que garanticen que el Estado centralizado y descentralizado responda adecuadamente a las necesidades de la sociedad a la necesidad de las personas”.
Fuente: Emol