Los roces entre el Partido Comunista, el Frente Amplio y Socialismo Democrático, derivados de las elecciones presidenciales de Venezuela, no son solo cosa de los pasillos del Congreso.
Las brechas también han alcanzado al gabinete del Presidente Gabriel Boric, luego que el timonel del PC acusara una suerte de “activismo” de parte de algunos secretarios de Estado.
Al hacer esa formulación, Lautaro Carmona apuntó a dos titulares de cartera: Al de Vivienda, Carlos Montes (PS), por los reproches que ha dirigido al PC en su respaldo al proclamado triunfo de Nicolás Maduro, y a la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (FA), quien ha criticado sucesivamente a quienes respaldan el régimen, sosteniendo la última vez que “las personas que defienden este régimen se van a poner muy rojas cuando se abra el Helicoide”.
Quien coincidió con parte de las críticas del líder PC, fue su correligionario, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, quien adujo que “a los demás ministros de Estado (sectoriales) no nos corresponde referirnos a la materia más allá de nuestras militancias”.
Esta derivada fue atajada por el propio Mandatario, al defender a sus ministros frente a los señalamientos de Carmona. “Lo que han hecho los ministros, todos los ministros sin excepción, es apoyar de manera irrestricta la postura que como Presidente de la República y conductor de las relaciones internacionales de Chile, he tenido de manera muy clara en nuestro país y ante la comunidad internacional”, sostuvo, añadiendo que “lo que digan presidentes de partido, desde mi punto de vista, respecto a este tema, no es relevante”.
Debate
En conversación con Emol, analistas políticos abordaron las formas de administrar las diferencias por Venezuela que han alcanzado al gabinete, y con ello, se remontaron a los motivos, que a su juicio, explican los ribetes que ha alcanzado el debate.
El investigador del IES y asociado a Faro UDD, Rodrigo Pérez de Arce, afirmó que “el reciente conflicto con el Partido Comunista solo aviva una tensión preexistente en la coalición de Gobierno. Esta alianza se forjó principalmente con el objetivo coyuntural de ganar la elección presidencial, sin que hubiera mucha claridad respecto a las tesis políticas que la sostendrían después. Como resultado, en distintos momentos las facciones han chocado entre sí”.
“Si bien el Partido Comunista no marca la pauta del Gobierno en el acontecer diario, sí ha intentado plantar ciertas banderas en temas que considera importantes. El caso de Venezuela es el último ejemplo y revela la fractura mencionada anteriormente”, agregó.
En ese sentido, señaló que “administrar este conflicto requiere de mucha astucia y pericia política, pero también exige tomar decisiones cruciales: ¿Hasta dónde está dispuesto el presidente Boric a tolerar este disenso en temas importantes? ¿Es posible mantener en el largo plazo una coalición con diferencias tan relevantes, que abarcan desde la velocidad a la cual avanzar en su programa, hasta los mismos objetivos que se ha planteado el presidente, o incluso la visión de democracia?”.
“Estas preguntas ponen de manifiesto los desafíos que enfrenta el Gobierno actual para mantener la cohesión de su coalición y, al mismo tiempo, avanzar en su agenda política. La forma en que se resuelvan estos conflictos internos podría tener implicaciones significativas para el futuro político del país”, sostuvo.
En tanto, la cientista política de la Universidad Diego Portales, Nerea Palma, advirtió que la fórmula para despejar este conflicto “es la pregunta del millón de dólares, porque es una temática muy incómoda para el Gobierno en general, sobre todo para el Frente Amplio que en general lidera el Ejecutivo, pero por supuesto que también para el Socialismo Democrático y también para el propio Partido Comunista”.
“Es difícil porque esto no es una sorpresa. Nadie puede decir que el Partido Comunista Chileno es sorprendente que reconozca los resultados de las elecciones venezolanas. Y tampoco sorprende que el Frente Amplio, especialmente encabezado por el presidente Boric, no los reconozca. Eso no nos debería sorprender”.
En ese contexto, dijo ver que “el Partido Comunista y el Gobierno están esperando que la crisis desescale en el tiempo y que esta presión que hay, y no solamente esta presión sino este conflicto interno de la coalición, deje de estar tan patente”.
Precisando ese punto, indicó que “están intentando desescalar el conflicto fundamentalmente a partir de que miembros del Partido Comunista, que son parte del poder Ejecutivo, se alineen con el Presidente mientras que miembros del Partido Comunista, que no son parte del Ejecutivo, sí puedan expresar de manera un poco más libre su visión, su visión institucional programática”.
Con todo, Palma advirtió que “la crisis eventualmente va a disminuir, pero seguramente va a aparecer de nuevo y de nuevo va a haber un conflicto entre el Frente Amplio y el Partido Comunista y el Socialismo Democrático si es que siguen siendo coalición”.
A su vez, el académico de la Universidad Central, Marco Moreno, observó que “por ahora el Presidente Boric y su Gobierno lo que están tratando es evitar que se siga ‘venezuelanizando’ la conversación política, por eso es que el Presidente no está señalando más opiniones de las que le conocemos en relación con el tema y aparentemente también está solicitando a sus ministros que se abstengan de opinar respecto de la deriva que pueden estar teniendo los hechos en Venezuela”.
“De esta manera lo que el Presidente consigue es que sus ministros estén alineados respecto de la posición oficial que toma el Presidente como responsable de la política exterior de Chile, pero además de alguna manera instala una suerte de orden para evitar estos comentarios, estas opiniones que profundizan la tensión con el Partido Comunista en particular”, adicionó.
Esto porque, a su parecer, “en la medida que la agenda y la conversación política se siga ‘venezuelanizando porque el tema se mantiene en la agenda, evidentemente esto va a ser motivo de roces y tensiones en la medida que, además el Partido Comunista siga manteniendo la posición que le hemos conocido a lo menos oficialmente a través de su Presidente Lautaro Carmona”.
“Es clave para el Gobierno dos cosas: Imponer orden al interior de su equipo de Gobierno y evitar que la conversación política y la agenda esté tomada por la situación en Venezuela“, cerró.
Fuente: Emol.com