Tres reos, de entre 29 y 31 años, escaparon ayer del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Colina 1. Según Gendarmería, se estima que la fuga habría ocurrido a eso de las 04:30, percatándose de ello el personal del recinto recién pasadas las 08:00. Aún se desconocen sus paraderos.
Este no es el único caso que en el último tiempo ha puesto en el centro de las miradas a los dos penales públicos de la comuna. De hecho, en menos de dos meses se han encontrado celdas VIP, dado de baja a dos gendarmes por tráfico de drogas y frustrado un intento de escape.
La mayoría de estos hechos se concentran en el CCP Colina 2, inaugurado en 1992 como un recinto de alta seguridad con 16 módulos. Según confirmaron a Emol desde Gendarmería, el lugar, acondicionado con 1.490 plazas, cuenta hoy con 1.744 internos, lo que implica una sobrepoblación de 254 internos.
La situación es distinta en el CCP Colina 1, que data de 1982 y está dividido en tres grandes sectores. El lugar está destinado a albergar un máximo de 3.174 personas, teniendo en su interior a 2.100. De aquella especial condición la Fiscalía Judicial de la Corte Suprema dejó constancia en su informe revelado en febrero de año pasado en base a visitas realizas en 2017 al destacar que, pese a la existencia de recintos con alta sobrepoblación, había otros con amplias vacantes.
“Resulta particularmente llamativo el caso de CCP Colina 1, el cual tiene capacidad para 3.174 personas y su población era de 1.896 internos, es decir, tenía 1.278 plazas sin ocupar”, señala el documento.
Carnes de primer corte
El primer caso que complicó a Colina 2 fue el 26 de abril, con la realización de la llamada “Operación Bisagra”, el inédito operativo de 180 miembros de Fuerzas Especiales de Gendarmería que culminó con el desalojo de 112 reos, además del hallazgo diversos objetos y comodidades como frigobares con carnes de primer corte y televisores de 42″. Esto pese a que ninguno de ellos está permitido
En el módulo en cuestión se encontraban reos catalogados de “alta peligrosidad”, debido a las condenas por delitos graves que se encontraban cumpliendo, además de su pertenencia a bandas delictuales en el exterior.
La aparición de las llamadas “celdas VIP” encendió rápidamente las alarmas. Desde el Gobierno interpusieron una querella contra quienes resulten responsables, incluyendo a los funcionarios que podrían verse implicados. “Allí existe corrupción, es evidente”, dijo hace un tiempo el tema el ministro de Interior, Andrés Chadwick.
En tanto, y raíz de tema, desde Justicia y Gendarmería impulsaron un plan Anticorrupción basado en cinco puntos, entre los que se encuentran la incorporación de nuevas tecnologías, como antidrones, inhibidores del uso de celulares, body scanners; además de cambios en infraestructura y la creación de unidades de inteligencia.
Intento de fuga
Ya a principios de mes hubo un intento de fuga en Colina 2, el cual que no prospero gracias a la acción de gendarmes. La situación quedó en evidencia a eso de las 2:45 del 6 de junio, cuando los funcionarios del recinto notaron que las mallas de seguridad del segundo piso del módulo 14 se encontraban cortadas. El lugar vulnerado conecta con los techos del recinto.
Tras la activación de los protocolos de seguridad, se descubrió que tanto los barrotes de un baño como las mallas metálicas del patio de carga también habían sido cortados, concluyendo que la situación se trataba de un plan de escape.
Producto de la situación, 160 internos fueron desalojados, descartándose la falta de alguno de los reos del lugar. También se allanaron las dependencias y se incautaron una cuerda artesanal de seis metros, armas blancas, un alicate y sierras para cortar fierro, además de dos teléfonos celulares, entre otros elementos, que, según Gendarmería, “serían utilizados para concretar el plan de fuga”. Por el hecho, se abrió un sumario.
Desvinculados por tráfico
Ya a los días, se informó la detención de dos funcionarios por el delito de tráfico de drogas. La captura se concretó el viernes 14 de junio tras la denuncia del Departamento de Investigación Criminal de la institución penitenciaria al Ministerio Público.
Se trataba del gendarme segundo Gabriel Arnoldo Arce Torres y el gendarme primero Miguel Jara Gallardo, “responsables del ingreso de sustancias ilícitas al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Colina 2”, comunicaron desde la institución.
Los uniformados fueron desvinculados en forma inmediata de la institución, disponiéndose además la apertura de un sumario administrativo.
En aquella oportunidad, se incautaron 156,3 gramos de Cannabis sativa, 2,87 gramos cocaína base, además de otros elementos cuyo ingreso no está permitido y que “serían utilizados tanto para el consumo, como para el ingreso a internos”.
La fuga
El último hecho ocurrió la madrugada de ayer en Colina 1, cuando tres condenados por homicidio y robo con intimidación se fugaron a eso de las 4:30.
Eduardo Andrés Pavez Peñaloza (29), Guillermo Segundo Villarroel Orellana (29) y Pedro Pablo Torres González (31), quienes compartían la misma torre al interior de penal, vulneraron la barrera física y de seguridad del establecimiento, según explicó el coronel Víctor Fuentes Morales, director regional metropolitano de Gendarmería
“Ellos accedieron a un patio a través del corte de barrotes de las dependencias que habitaban, recorrieron parte del establecimiento hasta llegar a la zona perimetral y, cortando distintas mallas, accedieron hasta el exterior”, sostuvo ayer.
El hecho fue registrado por las cámaras de seguridad e implicó, al igual que los otros casos, la apertura de un sumario interno para determinar las posibles responsabilidades. Esto considerando que el escape, que implicó el uso de herramientas, ocurrió mientras había centinelas de turno.
Fuente: emol