Un ingeniero comercial planteó su preocupación luego de que la institución le enviara un correo señalando que debía pagar por los derechos respectivos al escuchar radio en su jornada laboral. La organización respondió señalando que la petición está regulada por la ley.
Un debate se abrió esta semana por los Derechos de Autor en la utilización pública de la música a raíz de una carta que envió el ingeniero comercial Juan Pablo del Sante Cruz a El Mercurio el jueves 23 de enero, en la que denuncia que la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD) le solicitó pagar los derechos por escuchar música en su minimarket. Este último planteó su preocupación por lo anterior, ya que consideró que dicha petición es un intento de silenciar a la sociedad.
Sin embargo, la institución respondió por medio de una misiva que se publicó este viernes en el mismo medio, en la que explicó el motivo de la solicitud y señaló que el pago es necesario para compensar y reconocer el trabajo de los artistas por el uso público de sus obras. Además, indicó que esto se encuentra regulado por la Ley de Propiedad Intelectual y que no es una forma de restricción.
“¿Es la música un bien exclusivo e individualista?”, comienza cuestionando del Sante en la carta titulada “Ciudad en silencio” que se publicó ayer.
“Trabajo día a día en un minimarket del sector oriente y, considerando las largas jornadas, con el equipo sintonizamos la radio, para hacer del día un lugar más agradable para trabajar“, cuenta.
“Resulta que el día martes 22 de enero nos llegó un correo desde Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD) indicando que si queremos escuchar radio o música, debemos pagar los derechos respectivos. Plop”, agrega el texto.
Y luego suma: “O pagamos o nos silenciamos”.
Posteriormente del Sante se pregunta: “¿Cuál es el criterio utilizado? ¿Si escuchamos música socialmente es condenado, pero individualmente es permitido?”.
Después el ingeniero comercial plantea otros cuestionamientos: “¿Queremos realmente silenciar a la ciudad y que solo el que pague pueda escuchar frecuencias de radio que hasta ahora consideraba de libre acceso?”.
“¿Se imaginan al Gato Alquinta, Nicole o Beto Cuevas silenciando a los feriantes, talleres, florerías, almacenes, peluquerías, mercados y caletas por escuchar música libre y gratuitamente por medio de la radio? Yo no, la verdad”, prosigue la carta.
“Si quieren proceder de esa forma, que no sea arbitrario, sino un apagón total”, sentencia.
“Ya somos una sociedad suficientemente seria, no matemos lo poco que nos entrega algo de alegría en nuestro día a día”, asegura del Sante para finalizar su carta.
La respuesta de la SCD
Luego de que el ingeniero comercial expusiera esta situación, la SCD respondió a este planteamiento por medio de una misiva firmada por Juan Antonio Durán, director general de la institución, que se publicó este viernes en El Mercurio, en la que agradeció la exposición del caso porque presenta una oportunidad para educar respecto a lo que es el Derecho de Autor.
“En carta publicada el jueves 23 de enero (“Ciudad en silencio”), el señor Juan Pablo del Sante expresa su disconformidad tras recibir una notificación de SCD relacionada con la comunicación de música al público en su minimarket. Agradecemos la exposición del caso, ya que nos presenta una valiosa oportunidad para educar respecto de un tema esencial en nuestro quehacer, como es el Derecho de Autor”, comienza el texto, titulado “Para una ciudad llena de música”.
“Este derecho es la forma que se han dado casi la totalidad de las naciones, mediante legislaciones y tratados internacionales, para compensar el trabajo creativo de los autores y compositores, partiendo de la evidencia de que la actividad musical constituye también un oficio que, como cualquier otro, debe ser remunerado”, explica Durán.
“Cada vez que alguien utiliza una obra musical para- como en este caso- aportar al desarrollo de un negocio, complementando un espacio de atención a público, y mejorando la experiencia de sus clientes y trabajadores, está obteniendo un provecho del trabajo de otras personas, lo que amerita una debida compensación“, aclara el director general de la SCD.
“Esto se expresa a través de una licencia para comunicación pública de música y el consiguiente pago de una tarifa, situación que en Chile se encuentra regulada por la Ley de Propiedad Intelectual. Dichas licencias efectivamente son provistas por SCD”, agrega.
“Junto con aclarar la situación, invitamos a que miradas como la expresada en la carta puedan cambiar: Licenciar la utilización pública de música no es en absoluto una forma de restricción, sino-por el contrario- la manera que la ley establece precisamente para permitir que las obras suenen de forma libre”, continúa su relato.
“Un negocio no es el mismo con o sin música, e incluso puede distinguirse según el tipo de música que reproduce. Es razonable que quienes permiten tan importante beneficio, entre los y las artistas que el lector menciona, sean retribuidos de manera justa”, plantea Durán para concluir su carta.
Fuente: Emol