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Defensoría de la Niñez se ha querellado por siete casos de menores que habrían sido agredidos o asesinados por familiares

Durante los casi diez meses que lleva funcionando, la Defensoría de la Niñez ha interpuesto siete querellas criminales por el asesinato de menores de edad -ya sea consumado o frustrado-, y donde el principal indagado como responsable del ataque es un pariente de la víctima.
El último fue el caso de un niño de 2 años que esta semana falleció en Curacaví de un paro cardiorrespiratorio producido, presuntamente, por los maltratos físicos que sufrió en su hogar.
Desde la entidad se manifiestan alarmados, más considerando que siete de las ocho querellas interpuestas por la institución responden a este tipo de hechos.
“Esta situación es tremendamente preocupante, porque desde el análisis proteccional que ha realizado la Defensoría en estos casos, la mayoría de ellos, previos al fallecimiento de los niños, ellos ya habían sido intervenidos en oficinas de protección de derechos, en servicios de salud, incluso en las mismas escuelas y jardines infantiles”, sostuvo a Emol la defensora de la Niñez (s) María Luisa Montenegro.
Como institución de Derechos Humanos, agrega, la intervención no se agota con la interposición de esta acción, ya que también en cada caso “hemos articulado y recabado información a través de los distintos actores a nivel nacional, principalmente a través de varios organismos”, tales como el Sename, servicios de salud, establecimientos educacionales, entre otros. “Todo esto con el objeto de reconstruir la vida proteccional de los niños”, añade Montenego.
Aquí, la historia de los siete casos que se han registrado en el último año.

A., 3 años

A las 12:15 horas del 11 de julio del año pasado, A., de tres años, fue ingresada al servicio de urgencias del Hospital de La Florida, falleciendo minutos después.
Al lugar la llevó el conviviente de su madre, S.B., quien fue detenido luego que el equipo médico constatara que la menor tenía hematomas en distintas partes del cuerpo.
Tras su aprehensión, el hombre declaró que había estado jugando con la hija de su pareja y que en algún momento ésta perdió la conciencia. Ya más tarde, confesó a la PDI haberla agredido luego de perder la paciencia ya que la menor se había orinado en su ropa en reiteradas ocasiones.
Con el pasar de las horas se fueron conociendo más antecedentes del caso. LaFiscalía Oriente terminó formalizando al sujeto por homicidio y abuso sexual agravado, y el tribunal respectivo dictó su prisión preventiva. Ello, ya que un informe de Servicio Médico Legal (SML) validó las lesiones, como también el hecho de que la pequeña fue sumergida en una tina con agua y abusada sexualmente.
El ensañamiento que se le ha imputado ha sido en relación los hechos del 11 de julio. La cantidad de golpes en distintas zonas mortales, la energía ocasionada, el hecho de haberle introducido en el agua, son hechos que dan cuenta de una manera de infligir un dolor absolutamente innecesario“, aseguró entonces el persecutor oriente Rodrigo Celis.

M., 29 días

A comienzos de octubre de año pasado, J.C.C.U. fue detenido por la muerte de su hija M., de 29 días de vida, en Concepción.
De acuerdo a los antecedentes del caso, el hombre habría pisado la cabeza de la menor que se encontraba acostada en un colchón en el suelo. La pequeña, fue llevada al hospital de Lirquén casi 24 horas después del incidente. Sin embargo, y debido a la gravedad de las heridas, terminó falleciendo por fractura de cráneo y una falla multiorgánica.
Ante el caso, el Ministerio Público consideró que el hombre habría actuado con una “imprudencia temeraria”, por lo que no habría tenido intenciones de lastimarla. Finalmente fue formalizado por cuasidelito de parricidio y el Juzgado de Garantía de Concepción dejó las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional.

M., 45 días

Durante el mimo mes se registró la agresión a M., de 45 días de vida, presuntamente por parte de su padre, D.T.M., quien al momento de los hechos se encontraba cuidándolo en su domicilio ubicado en la comuna de La Pintana.
De acuerdo a los antecedentes entregados por Carabineros, el ataque quedó al descubierto luego que el hombre llegara con el niño al Hospital Padre Hurtado, donde fue trasladado de urgencia hasta el Hospital Sótero del Río debido a la gravedad de las lesiones.
Ya en este último lugar el pequeño fue internado con riesgo vital y los médicos encontraron otras lesiones atribuibles a terceros, denunciando al sujeto ante los efectivos. Consultado, D.T.M. aseguró a los policías que que las lesiones habían sido causadas luego M. se cayera de la cama mientras estaba siendo mudado.
Su versión fue refutada por los peritajes de la PDI, que aseguraron que el menor no pudo girar solo para caer de la cama y que además la altura de esta no podría causar dicho tipo de lesión.
D.T.M. fue formalizado por el delito de parricidio frustrado, quedando en prisión preventiva, mientras que M. pudo recuperarse de la fractura en su cabeza.

M., 1 año

En enero de este año el 5° Juzgado de Garantía de Santiago decretó prisión preventiva para S.P., el único sospechoso del asesinato de un niño haitiano de 1 año 3 tres meses ocurrido en Lo Prado, y quien además era su sobrino.
La mañana del sábado 19 de enero, M. quedó al cuidado de la vecina de su madre. Sin embargo, aseguró esta última, su hermano lo fue a buscar sin permiso y se lo llevó a la fuerza.
Según informó La Tercera, en base al testimonio de testigos, la disposición de los objetos encontrados en la habitación donde fue atacado M. era extraña: el colchón estaba completamente teñido de rojo, mientras que en el suelo había un martillo. El pequeño fue encontrado en el piso, sobre una sábana amarilla y con varios cortes en el torso: le habían sacado el corazón.
Los motivos detrás del crimen aún no están claros. En un comienzo se señaló que el imputado acuchilló al menor para realizar un ritual. Sin embargo, el fiscal Centro Norte Cristián Menesesindicó en la formalización que el imputado había reconocido el asesinato, pero que no había dado más detalles del por qué.

N., 7 años

El caso de N. (7) quedó al descubierto casi un mes después del de M.. En febrero su cuerpo sin vida fue encontrado en estado de desnutrición, con un peso de 14 kilos. La única detenida y formalizada fue su madre, quien le habría quitado la vida con golpes de puño y pie.
De acuerdo a la Fiscalía Sur, la niña había sufrido maltratos durante su vida. Aquello fue apoyado por los exámenes entregados por el SML y la PDI, los cuales revelaron que en total se constataron 73 lesiones de corta y larga data.
Entre estas se encuentran una fractura de clavícula y una agresión que implicó la quema del 8% de su trasero y zona genital. Según se indicó en audiencia, la pequeña no podía controlar su esfínter, situación que motivó a la imputada -hoy en prisión preventiva- a golpearla, llevarla a la cocina y sentarla sobre dos quemadores encendidos.

S., 3 meses

Por los delitos de parricidio y lesiones graves fueron formalizados ante el Juzgado de Garantía de Copiapó los padres de S., la lactante de tres meses y 22 días que falleció a fines de marzo de este año por un traumatismo cráneo encefálico que el Ministerio Público adjudicó a sus progenitores.
Durante su formalización, indicó El diario de Atacama, la fiscalía de Atacama reveló unos mensajes de Whatsapp entre la pareja donde se referían a las lesiones de la pequeña: En una de ellas, la madre envió una imagen con la imagen del mentón de la menor con un hematoma diciendo: “Parece que le saqué la cresta, pobrecita mi bebé”.
En otro mensaje, en tanto, el padre le indicó: “Sólo te pido que no le rompas la otra pierna porfis”, además de sugerirle que, para calmar el llanto de la niña que en ese entonces tenía 11 días debía golpearla: “Pégale fuerte en el poto y déjala boca abajo”.
Ya el 11 de abril, dos imputados fueron llevados hasta tribunales, donde se ordenó su prisión preventiva.
De acuerdo a la investigación, los indagados se presentaron en al menos cinco oportunidades en los servicios de urgencia de los hospitales de Vallenar y Copiapó producto del estado de salud de la niña.

Á., 2 años

El último caso que implicó la intervención de la Defensoría de la Niñez ocurrió esta semana con el fallecimiento de Á.. El menor de dos años fue llevado este lunes hasta el hospital de Curacaví por un dolor estomacal, falleciendo finalmente de un politraumatiusmo del tipo homicida.
Según confirmó el SML, el menor sufrió múltiples lesiones y mordeduras entre 24 y 48 horas antes de su deceso, cuando se encontraba al cuidado de su madre, abuela y pareja de esta última.
Finalmente los tres sujetos fueron formalizados -las mujeres por parricidio y el hombre por homicidio-, quedando todos en prisión preventiva.
Frente la situación, el fiscal Occidente José Solis indicó que “el infante tenía todos sus órganos destruidos producto de las agresiones que había sufrido. No podemos determinar quien le pegó más combos que el otro, pero claramente fueron las tres personas que lo tenían a su cargo”.
 
Para Montegro, la única forma de prevenir estos casos es “conocer, aplicar y respetar el rol de garantes que tenemos todos como sociedad” respecto de los niños, niñas y adolescentes.
Agrega también la importancia de ir sensibilizando a la comunidad y de entender a ente grupo “como sujetos de derechos que requieren una especial protección, instando a realizar las denuncias a la sociedad cada vez que tomen conocimiento de una vulneración de derechos, y que se activen los protocolos desde las distintas instituciones que se relacionan”.
FUENTE EMOL
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