Era octubre de 1997, cuando se produjo una inédita quema de tres camiones de una empresa forestal en La Araucanía. Se trató del primer síntoma de la radicalización en la zona, a manos de integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
Hasta ahora, los ataques registrados son casi incontables, muchos de ellos, adjudicados por otros grupos violentos que han surgido a través de los años, mientras otros atentados continúan sin responsables. Según el coordinador de la macrozona sur, Pablo Urquízar, junto a la CAM hay al menos tres más: La Resistencia Mapuche Malleco (2011); Weichan Auka Mapu (WAM), nacida en 2016; y Resistencia Mapuche Lafkenche (2020).
La inédita acción de la CAM de hace 24 años obedecía al agotamiento de las vías de diálogo político, en busca de la reivindicación del Wallmapu. Así, uno de los ejes de acción que ha encarnado la CAM es el de “las recuperaciones de tierra, desde ahí surge el planteamiento del control territorial como eje del pensamiento y acción de la CAM“, según dijo en 2016 el líder de la organización, Héctor Llaintul a Informe Especial de TVN.
El brazo armado de la CAM es el Órgano de Resistencia Territorial (ORT), por el cual perpetran ataques armados. Según se desprende de los panfletos y comunicados, buscan la reinvindicación de sus terrenos en la macrozona sur, y su principal lucha, es en contra de las forestales.
La CAM, a través de las ORT, mantiene hasta la fecha su actividad, adjucándose múltiples atentados. El más reciente ocurrió apenas el martes, con un ataque incendiario en el fundo Santa Lidia, en la comuna de Traiguén -región de La Araucanía-, en la misma jornada en que el Presidente Sebastián Piñera anunció el decreto de estado de excepción constitucional en la Macrozona Sur.
Según detalló el Prefecto de Malleco, coronel Cristian Mansilla, “seis sujetos encapuchados, portando armas de fuego, ingresaron e intimidaron a los trabajadores forestales y posteriormente hicieron un recorrido, aplicando acelerante a diferentes maquinarias”. Además, al retirarse, habrían efectuado disparos hacia quienes estaban en el lugar.
El 9 de julio de este año, un grupo de desconocidos irrumpió en un fundo donde la empresa Mininco realiza faenas forestales, en Carahue, lo que terminó con un trabajador herido y con la muerte de Pablo Marchant, miembro de la CAM. Luego de eso, la organización radicalizó su discurso, declarándose en “guerra directa” contra las forestales, donde también criticaron a los constituyentes del pueblo mapuche, por considerar su participación en la Convención como “un acto de sometimiento al pacto colonial”. En lo que va de este 2021, el grupo se ha adjudicado más de una veintena de actos violentos.
Weichan Auka Mapu (WAM)
Weichan Auka Mapu (WAM) es una agrupación, cuyo nombre en español quiere decir “Lucha del territorio rebelde”, que presuntamente se habría escindido de la CAM en 2016, como un ala más radicalizada. De hecho, ese año, a través de un comunicado público, se adjudicaron 30 atentados registrados desde 2013.
En su declaración, se definieron como “una expresión de alianza orgánica, con principios e ideales apegados al pensamiento y práctica que ejercieron nuestros antepasados en su proceso de convivencia, como también en una estrategia de resistencia digna frente al enemigo usurpador y opresor”.
Según los entendidos, se trata de la segunda organización de mayor tamaño en la zona, después de la CAM. Se les vincula a la toma al Seminario San Fidel, iniciada en mayo de 2014, cuando un grupo ingresó al predio religioso y expulsó a quienes se formaban para el sacerdocio. La conexión que se investigó fue con la serie de quemas a iglesias que sucedieron después.
También se les ha vinculado a quema de colegios y maquinaria en las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos. En julio del año pasado, a través de un comunicado, se adjudicaron 26 sabotajes contra instalaciones empresariales en territorio reivindicado por el pueblo mapuche.
Resistencia Mapuche Malleco (RMM)
El grupo Resistencia Mapuche-Malleco había nacido hacia 2011, y tal como dice su nombre, la mayor parte de sus atentados estarían concentrados en la provincia de Malleco -principalmente entre Ercilla y Victoria-, en la región de La Araucanía. Sus demandas estarían más vinculadas al territorio y a la liberación de personas privadas de libertad en la cárcel de Angol.
Sus primeras apariciones están asociadas a la quema de iglesias en Victoria y Collipulli. En 2018, se habrían adjudicado la quema de maquinaria forestal de la empresa contratista Besalco, en el fundo Santa Sofía -propiedad de la forestal Mininco- en Mulchén.
En agosto del año pasado, se encontró un lienzo tras un incendio provocado en un fundo propiedad de la familia de entonces presidente de la Democracia Cristiana y actual convencional constituyente, Fuad Chahín. La quema destruyó una vivienda principal, cuatro cabañas, una hostal y dos camiones.
Resistencia Mapuche Lavkenche (RML)
La Resistencia Mapuche Lavkenche habría nacido en 2020, operando principalmente en las rutas entre Cañete, Tirúa y Contulmo. Sería un órgano de resistencia territorial de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), y también se han adjudicado atentados en la macrozona sur, a través de lienzos o panfletos.
En abril de 2020 se adjudicaron un ataque en Tirúa, en el sector de Lleu Lleu “en contra de efectivos policiales al servicio de empresas forestales usurpadoras de nuestro territorio ancestral“, declararon desde la organización.
Según señalaron entonces desde la Fiscalía de La Araucanía a Emol, en 2019 se investigaron dos atentados en los que aparecieron lienzos o panfletos con la firma de la RML. En ambos se pedía la libertad de Daniel Canío, un integrante de la CAM que ese año fue condenado por el atentado al fundo Oyama en Lautaro a penas que suman más de 16 años de presidio.
“Libertad Daniel Canio, fuera forestal Mininco del territorio mapuche/No a las negociaciones de forestal Mininco, Autonomía y territorio. Libertad a Daniel Canio. ORT Lavkeche CAM”, decía uno de los panfletos.
Fuente: Emol.com