Corría 2020 y, después de más de una década en el fútbol amateur, los hinchas de una pequeña ciudad de la Quinta región explotaban. Su equipo, ese que apodan “El Tomate Mecánico”, lograba el anhelado ascenso al profesionalismo.
Pero la historia de Deportes Limache en Segunda División no ha sido fácil. El año pasado coqueteó con el descenso. Estuvo varias fechas en la zona roja, pero finalmente zafó: Fue noveno entre 12 elencos. Aquella experiencia hizo que se tomaran decisiones para este 2023.
Una fue apostar por “la familia”. Víctor Riveros tomó el mando. El presidente César Villegas, empresario de la zona, convenció a quien es su cuñado. Le presentó un proyecto ambicioso y le prometió pelear por el ascenso a Primera B. Lo pensó y finalmente aceptó…
“No fue fácil dar el sí. Se venía conversando hace unos años. Él es mi cuñado y hay algo familiar y una amistad. Pero mi familia necesitaba algo de paz, las últimas salidas de mis equipos no habían sido buenas. Venir acá a mi casa, en un club familiar, me podía reencantar con el fútbol y así fue”, cuenta el estratega a Emol.
El técnico sabe de ascensos: Subió a San Luis y Unión La Calera a Primera División. Pero hasta ahora jamás había dirigido en Segunda. Era un desafío.
Pero los números le están dando la razón. Limache está arrasando en la categoría. Es el líder indiscutido. Tiene 40 unidades y le saca 12 de ventaja a su escolta, San Antonio Unido. Tras 17 fechas, apenas tiene una derrota. 12 ganados y 4 empates es el saldo.
Para el DT no es la primera vez que trabaja con un familiar. Antes lo hizo en San Luis junto a su suegro, quien era presidente del conjunto canario. Allí consiguió el ascenso a la máxima categoría.
“Ya había tenido una experiencia familiar exitosa. En 2014 trabajé con mi suegro en San Luis y logramos subir. La confianza es clave para esta decisión, las derrotas duelen más, se conversan en los almuerzos del domingo, pero detrás había una convicción de que lo económico no era lo más importante, eran las ganas de trabajar y lograr el objetivo. Acerté”, agrega.
Un proyecto que ilusiona
El “Tomate Mecánico” apostó en grande para esta temporada. Contrató a un DT con experiencia en ascensos y fichó a jugadores con recorrido como el meta Cristian Campestrini (Everton y pasos en Argentina, Paraguay y México), el defensa Rodrigo Brito (emblema de La Serena), los volantes Diego González (O’Higgins, cobresal) y Ronald González (U.Española, Cobreloa), y ahora último al delantero Renato Tarifeño (Palestino, Audax).
“Desde el primer día el cuerpo técnico fue claro, conciso y preciso. Las exigencias serían altas, habría competencia día a día. Se trabaja en todos los aspectos, físico y técnico. Es un trabajo global y eso ha tenido frutos”, detalla el capitán Brito.
De hecho, el defensa con destacado recorrido en la A y la B, reconoce que ya se preparaba para el retiro tras dejar el elenco papayero, pero que el llamado de Limache lo hizo cambiar de decisión.
“Yo me estaba prácticamente retirando, ya lo había hablado con mi familia y en eso me llama el profe y me cuenta de este proyecto que tenían. Tenías dudas, no conocía tampoco la división y era algo muy diferente. La dirigencia también nos ha dado todas las herramientas, logística, buenas canchas de entrenamiento, todo suma y ayuda. Estamos todos en la misma sintonía”, indica el zaguero.
Riveros también lo resalta. “El proyecto del club convence. Un trabajo serio y profesional a largo plazo. Se piensa a tres años y eso da tranquilidad. Más aún cuando se dan las condiciones, hay infraestructura y canchas de entrenamiento de nivel, algo muy importante para una categoría que no tiene recursos por la televisión como lo era en los otros clubes en que estuve”, sostiene.
A eso suma que el club ha apostado por el crecimiento. Por ejemplo, mejoras sustanciales en el campo de entrenamientos y camarines. También este año por primera vez se entró a participar en el fútbol joven. “Detalles que marcan diferencia”, dice Riveros.
No sólo lo deportivo importa. Los protagonistas del líder de la Segunda División también hablan de otro factor interno que tiene al equipo soñando con el ascenso.
“Acá se formó una familia. Un camarín unido. Lo humano ha sido clave. No quiere decir que no habrá competencia interna, al contrario. Si uno ve los jugadores que tenemos, la última temporada no anduvieron bien, pero acá están teniendo una revancha y eso nos ha hecho más fuerte”, agrega el DT.
Limache alista su siguiente desafío será este sábado ante Deportes Linares de visita. Saben que una nueva victoria los acercaría un paso más al gran sueño de entrar a la Primera B la próxima temporada.
Fuente: Emol.com