Falta poco menos de un mes y medio para que se desarrollen las elecciones municipales, de gobernadores y concejales, proceso que se dividirá en dos jornadas, el 26 y 27 de octubre. Y ya en plena etapa legal de la campaña, los candidatos han iniciado un intenso despliegue para llamar a la ciudadanía a votar por ellos.
Las elecciones de este año suman varias características que las hacen particulares: serán de carácter obligatorio, y son una suerte de antesala de lo que podría ocurrir en la Presidencial del próximo año. Por eso, luego del arrollador triunfo que tuvieron varios candidatos del Frente Amplio en 2021, la oposición busca salir a “reconquistar” las zonas “perdidas”, mientras que algunos alcaldes oficialistas han optado por distintas fórmulas para mantenerse en los cargos.
Otras autoridades, que no pueden ir a la reelección o que han optado por no hacerlo, han desplegado sus nexos para apoyar a los “delfines”, como símbolo de continuidad. Aquí el escenario se repite tanto en la derecha, en comunas como Puente Alto, como en el centro e izquierda, como es el caso de Valparaíso.
Pero en estos despliegues o respaldos pueden ser un arma de doble filo y más que sumar adherencia terminen por restar votos.
Felipe Vergara, analista político de la UNAB, comenta que “el primer error que se producen en las campañas es tratar de llegar a todos los electores, y cuando ocurre eso, finalmente no se llega a nadie”. Lo que debieran hacer “enfocar los esfuerzos en los públicos con ideas más afines a lo que se está planteando”.
Para ello, sería clave segmentar el electorado, hacer un análisis de dónde está ese público y cómo elaborar mensajes claros para llegar a ellos.
En esa línea, expertos detallan los cinco errores más comunes de los candidatos o aquellos que deberían “evitar”.
Desdibujarse en el intento de acaparar votantes
A raíz del amplio universo de votantes, es probable que los candidatos se “pierdan” en la búsqueda de acaparar votos. Así lo plantea también Tomás Duval, analista político y académico de la U. Autónoma, quien dice que es clave que los candidatos tengan claro la cantidad de votos que requieren.
“Si no sabes cuántos votos necesitas para ganar en una comuna que tiene 400 mil habitantes, tienen que saber cuántos sufragios necesitas, dependiendo si es una elección proporcional o mayoritaria”, comenta el experto. “Si no identifican esto correctamente, su campaña va a ser mala”, subraya.
Planeamientos contradictorias
Este tipo de “error” aplica especialmente para candidatos incumbentes, quienes en la elección anterior pudieron tener alguna postura ideológica dura y que, a raíz del contexto, demandas actuales o la temperatura política, maticen o de plano cambien los planteamientos por los que fueron elegidos en el pasado.
Vergara dice al respecto que “es importante que los candidatos revisen lo que han transmitido previamente, para evitar situaciones donde aparecieron emplazando a alguien o reclamando por un tema, y luego, en esta pasada, defenderlo. Hay que tener cuidado con esto y procurar una transparencia bastante clara de cara a la ciudadanía”.
Duval dice que los mensajes contradictorios “pueden confundir a las personas y eso puede debilitar la incipiente credibilidad o la credibilidad con la que ya se cuente”. Esto, puede ocurrir tanto en discursos del pasado, como en la misma campaña. “Si el candidato dice A en un lugar, y B en otro, eso le puede pasar la cuenta“.
No escuchar o desconocer las demandas ciudadanas
El analista de la UNAB también comenta que la realidad de cada comuna y región es muy distinta y considerando que hay una gran cantidad de candidatos, “es probable que varios de ellos no conozcan con claridad la comuna o zona que están buscando representar, y eso obviamente es un error estratégico que se produce en el ejercicio de llenar las listas“.
Si bien lo ideal, añade, es que el candidato viva en la comuna, “no es impedimento un escenario contrario, pero lo que no puede permitirse es que no conozca los problemas y composición de la comuna, sobre todo porque su línea argumentativa en un eventual debate, debe ir también en esa línea. Muchas veces se cae en errores involuntarios producto de no estudiar bien las características de la zona”.
Duval añade que “no escuchar las demandas de las personas es un error. El candidato puede partir con un juicio previo, donde establece como problema, por ejemplo, la seguridad, pero puede que en un determinado sector, el problema de las personas sea distinto o más urgente”.
Negar asuntos vinculados a la probidad
Dentro del universo de candidatos, no son pocos los que mantienen alguna causa asociada a la probidad o investigaciones abiertas por algún asunto reñido con la legalidad.
En ese sentido, Vergara comenta que “si se están declarando determinados ingresos en su declaración de intereses, es un error que luego que descubran cifras o situaciones distintas a las señaladas, y suelen caer en eso”.
Duval dice en esta línea que “si un candidato está con problemas de este tipo, no pueden negar esa realidad, es mentir, y las personas se dan cuenta de aquello. Al final, van a sufrir un daño a la credibilidad y honestidad. Lo mejor es tener alguna estrategia para abordar ese tipo de problemáticas“.
Confrontación o ataque permanente
Vergara comenta que un grave error de los candidatos es “entrar en la confrontación o ataque permanente sin que esto venga asociado a ideas”.
Esto, porque “el atacar o golpear al otro sector, en general, termina por agotar un poco a la gente, puesto que lo que ellos están esperando son propuestas aterrizadas, y el reconocimiento de las gestiones que se hayan hecho, aunque el alcalde en el cargo sea de la vereda política opuesta”.
“No se debe asumir que todo se ha hecho es malo y apuntar a refundar la comuna o la región“, subraya.
Exceso de promesas
Vergara dice que es frecuente que los candidatos caigan en “exceso de promesas”, y muchas veces, “son difíciles de cumplir, o que llevan años sin poder concretarse”. De hecho, plantea que muchas veces algunas promesas van más allá del propio rol al que el candidato está postulando.
Eso lleva a que la ciudadanía sea más escéptica, y eso puede traer un “voto de castigo”, optando por listas de corrientes distintas.
No administrar bien los recursos de la campaña
Los expertos señalan que es muy importante que los candidatos sepan administrar bien sus recursos de campaña. Esto, porque este periodo de propaganda dura apenas dos meses, y todos enfrentan la necesidad de permanecer vigente, especialmente en la recta final, y eso requiere de recursos.
“Son muchos candidatos y todos van a querer contar y dar a conocer lo que hacen y quiénes son, y eso obviamente complica porque requiere más recursos para poder difundir y mantenerte vigente, y si no planificas bien evidentemente te vas a quedar sin plata para la etapa final de la campaña”, dice Vergara.
El experto dice que incluso no sólo es clave llegar bien a la etapa final, sino que “si no planificas bien también pueden pasarse en los fondos asignados o definidos para una candidatura y después vas a tener que estar justificando en el Servel esos gastos, lo que es extremadamente complicado”.
Duval coincide con este punto, y señala que “un presupuesto mal elaborado puede provocar falta de recursos, lo que va a impactar negativamente en la campaña, especialmente, para la etapa más fuerte, cerca de los últimos 20 días”.
Fuente: Emol