Hace exactamente dos meses, en las primeras horas del miércoles 3 de febrero, comenzaba el esperado proceso de vacunación masiva para la población que convocó ese día a adultos mayores de 90 años y a funcionarios de la salud, además de personal del Sename, residencias sanitarias y ELEAM. En una ardua jornada de trabajo simultáneo en el país se logró vacunar a 170.344 personas, una esperanzadora cifra que abrió un proceso inédito.
Hasta la fecha se han vacunado con la primera inyección más de casi 7 millones de personas y se han administrado más de 10.4 millones de dosis en todo el país. En el desarrollo de la estrategia, además, se han visto indicadores positivos, como un alto nivel de adherencia a la política sanitaria y de compromiso con las fechas establecidas, pese a que una segunda ola de contagios superior a la primera azota al país.
Uno de esos ejemplos se visualiza al analizar el comportamiento de quienes se vacunaron durante el primer mes, que correspondió a un total de 3.698.790 personas. De ellos, acudieron a administrarse la segunda dosis al mes siguiente un total de 3.659.874 usuarios, según las cifras del Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS). Se trata de un 98,9% del total.
“La gente ha sido muy respetuosa en las fechas que les corresponde la segunda dosis”, cuenta la presidenta de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizados (Confusam), Gabriela Flores. “Yo creo que el temor, el miedo a enfermar hace que la gente vuelva en la fecha en que son citados”, agrega.
Así también lo evalúa el doctor de la UC y miembro del Consejo Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (CAVEI), Jaime Cerda. “Los números en general nos respaldan: estamos dentro de los países con un mayor cumplimiento y apego a la vacunación. Se han podido vacunar del orden de millones de personas, lo cual es una situación absolutamente meritoria, y pienso que hay que seguir con el entusiasmo”, opina.
Una tendencia que no debe decaer
A pesar de lo positivo, el doctor Cerda plantea una preocupación: “Ojalá que el entusiasmo no decaiga en el tiempo y que, en la medida en que las personas vean que les corresponde su turno, acudan a vacunarse”, dice. “Probablemente las personas mayores o las personas que tienen enfermedades crónicas son más proclives a vacunarse, porque saben que están en una condición de mayor riesgo. No sería del todo irracional pensar que una persona joven, sana y sin comorbilidades no tuviera la misma percepción de riesgo”, advirtió.
Hasta ahora, la semana en la que más vacunas se administraron fue la del 8 de febrero, cuando se inoculó a 1.25 millones de usuarios. Un escenario distinto se dio en la semana del 22 de febrero, cuando se vacunó a 462 mil personas, correspondientes a adultos mayores de 65 años y profesores de más de 40.
“La gente está concurriendo a vacunarse, no podría decir lo contrario”, comenta Flores por su parte. “A medida que va avanzando el calendario de vacunación, estamos teniendo bastante gente en los vacunatorios”, dice. En efecto, durante todo marzo la cantidad de inmunizados ha sido superior a 740 mil personas por semana.
El cansancio del personal
En un proceso de tal magnitud, mantener el ritmo recae en el factor humano, que ya empieza a levantar señales de alerta. “Nuestra gente está muy agotada, con una sobrecarga laboral impresionante que supera por tres o cuatro veces la carga normal”, cuenta la presidenta de la Confusam. Voces han sugerido, incluso, que se acelere el proceso para garantizar una realización segura de las elecciones.
“Nos faltan manos que nos apoyen en el trabajo. Hoy nos encontramos vacunando con primera y segunda dosis y el lunes empezamos ya con la vacunación antigripal. En el fondo tenemos que administrar más de 40 millones de dosis entre covid e influenza, y seguimos siendo los mismos”, dice. Este jueves, el gremio tuvo una reunión con el ministerio para solicitar refuerzos, algo que se evalúa que pueda salir de jubilados y estudiantes en práctica. “Le planteamos al Gobierno que necesitamos apoyo de personal”, explica.
El viernes, un día después de la reunión, el ministro Enrique Paris hizo un especial agradecimiento a los trabajadores de salud municipal en el balance. “Han hecho una loable, destacable y valiente labor ante la pandemia”, dijo. “Hay gente que ha dejado a su familia, ha perdido días de descanso, ha tenido que trabajar para cubrir turnos de otras personas que se han enfermado. Hoy les reitero mi más profundo agradecimiento”, agregó.
“A nosotros los aplausos la verdad es que no nos sirven: queremos equipos que vayan a aportar en los centros de salud”, responde ahora Flores a Emol. El mayor obstáculo, dice, es que hay escasez de enfermeras y TENS, y la salud pública no puede competir con los precios de la privada. “Nosotros estamos dando más de lo que podemos y si no nos tiran un salvavidas, si no nos ayudan, no sé si vamos a ser capaces de cumplir el objetivo de vacunar a todas las edades de la población usuaria según el calendario”, cierra.
Fuente: Emol.com