Aunque en el Ejecutivo afirman que Boric aún no ha puesto bajo estudio un cambio de equipo, las autoridades que quieren competir en las elecciones del próximo año deben renunciar en noviembre.
Un inminente éxodo de autoridades de Gobierno se espera en noviembre, el último plazo para dejar sus cargos que tienen los personeros del Ejecutivo que quieren compartir en las elecciones parlamentarias del 2025.
La salida de ministros, subsecretarios y autoridades regionales del Gobierno es un proceso natural para los cuadros políticos de los partidos oficialistas con más proyección. Sucedió, por ejemplo, en el último Gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet, con la renuncia del ministro de la Segegob, Marcelo Díaz, y de Trabajo, Ximena Rincón.
En el caso de la administración Boric, ya hay rostros de La Moneda que son apuntados como probables candidatos para dicho ciclo electoral. Una de esas personalidades es la ministra de Defensa, Maya Fernández (PS), de quien se ha especulado que busca ocupar el escaño en el Senado de su tía, la senadora por la Región de Valparaíso, Isabel Allende (PS).
Así también se señala al subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS), quien podría competir un puesto en la Cámara Alta, considerando que tiene cuatro períodos como diputado de la Región del Biobío.
En algunas autoridades regionales también hay aspiraciones de llegar al Congreso. Es el caso de la delegada presidencial del Biobío, Daniela Dresdner (FA) y según se ha apuntado, del representante del Gobierno en la Región de La Araucanía, José Montalva (cercano al PPD).
Así las cosas, la definición de la plantilla parlamentaria dependerá mucho de los resultados de las elecciones municipales y regionales de este 26 y 27 de octubre. Así lo indican los partidos del oficialismo, que esperan medir su fuerza en estos comicios donde ya se ve complejo el mantener el número de gobernadores oficialistas. Actualmente, 15 de 16 cupos pertenecen al progresismo. La excepción es La Araucanía, con Luciano Rivas.
En el Gobierno, también se apunta al post elecciones municipales como un momento en el que se podría entrar a evaluar un reajuste ministerial. Hasta el momento, dicen fuentes de La Moneda, el Presidente no ha puesto bajo estudio un cambio de gabinete.
Así las cosas, la salida de autoridades del Gobierno supone un problema para el Mandatario, toda vez que su domicilio político, el Frente Amplio, carece de cuadros políticos preparados para enfrentar la primera línea del Ejecutivo.
En los sucesivos cambios que Boric ha hecho en su gabinete, se ha inclinado por personeros del Socialismo Democrático, como fue el emblemático fichaje de Carolina Tohá (PPD) como ministra del Interior, y luego los socialistas que el Presidente puso al mando de la Segpres, con Ana Lya Uriarte el 2022, y Álvaro Elizalde el 2023.
La definición de marginar de los nombramientos a quienes no cuenten con experiencia en la administración del Gobierno, la adoptó el Presidente en junio del 2023, cuando informó de la salida del subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos -simpatizante del Frente Amplio- y anunció la designación del socialista, Osvaldo Salgado.
Así, a lo largo del Gobierno, Boric ha desvinculado a dos militantes de Convergencia Social del gabinete: La exministra de Justicia, Marcela Ríos y de Culturas, Julieta Brodsky. También decretó la salida del exministro de Ciencias, Flavio Salazar (PC).
Fuente: Emol