El veloz extremo Yannick Ferreira Carrasco dejó el Atlético de Madrid en febrero de 2018 para firmar un contrato millonario con el Dalian Yifang de China. Dos años después volvió al colchonero y hoy el belga es uno de los pocos futbolistas que se ha visto afectado dos veces por el coronavirus.
Carrasco quería volver al “Viejo Continente” para demostrar que podía estar en la Eurocopa con su selección. Tras la suspensión del campeonato chino, aprovechó uno de los últimos días en que hubo vuelos disponibles y aterrizó en Madrid el 31 de enero. Era un préstamo hasta fin de temporada.
Al llegar, en España todavía no se le tomaba el peso al covid-19. Carrasco alcanzó a jugar cinco partidos de Liga y el cuerpo técnico de Diego Simenone se mostraba conforme con su rendimiento.Sin embargo, su evolución se cortó. España es hoy uno de los países europeos más golpeados por la pandemia y Carrasco, tal como en China, está confinado.
Otro que está pasando por lo mismo es Odion Ighalo. El delantero de 30 años llegó cedido al Manchester United a mitad de temporada. Incluso se bajó el sueldo para firmar con los “Diablos Rojos”. Pero desde el principio no ha sido fácil para él. El club, por precaución, lo apartó de los entrenamientos a pocos días de su arribo y la Federación inglesa finalmente decidió suspender todas las competencias.
Daniel Carriço, por el contrario, vive una situación diametralmente opuesta. Hace unas semanas dejó el Sevilla para irse al Wuhan Zall. Cuando se concretó la transferencia, la liga china ya estaba suspendida y el equipo estaba realizando entrenamientos en España hasta que se les permitiera volver a Asia. Ahí Carriço aprovechó de sumarse.
El plantel ya volvió a Wuhan, zona cero de la pandemia, pero el portugués no pudo ir con sus compañeros por un problema con la visa. Viajó a Lisboa para solucionarlo, pero se ve difícil que lo resuelva pronto.
Fuente:emol
