El capitán de la selección de balonmano disputó su último partido frente a Argentina y tiene claro cuál es el mensaje: “El deporte entrega una visión de trabajo diferente en la vida”.
El pitazo final sorprende a Marco Oneto en el área de Argentina. Había tenido la última chance con Chile, pero falló. La Roja perdió la gran final del balonmano en los Juegos Panamericanos, y el histórico jugador vive su última trayecto en una cancha como jugador de la Selección. El camino se hace largo. Igual que su legado para toda una generación que lideró.
Un emocionado exponente del handball nacional, se acercó a hablar con AS tras la caída en la final. El ahora ex jugador de la selección tiene claro que ya no puede aportar mucho más en la cancha, pero sí tiene algo que ofrecer con sus palabras y experiencia: “Solo quiero que crean en ellos mismos. Lamentablemente vivimos en un país donde la gente no cree en los inicios, solo cree cuando ya se ha logrado algo y eso no vale la pena. Los grandes deportistas que hemos tenido en nuestro país, la gran mayoría son historias de sacrificio personal. No hay hoy por hoy un sistema que sea efectivo de captación, formación, de ayuda, en todos los sentidos. No solo deportes“, sostuvo.
Además, el ex ganador de la Champions League de balonmano, dejó en claro que hay que saber aprovechar a nuestros deportistas, y que el proceso se inicia a más corta edad, no sirve de mucho invetir en los que ya van de vuelta: “Cuando realmente entendamos que el deportes es uno de los pilares fundamentales, cuando las universidades entiendan que tener un seleccionado nacional o medallista es un beneficio. Cuando las empresas entiendan que el deporte entrega una visión en la vida y una forma de trabajo diferente, el tema comenzará a cambiar. Hay que invertir en los cadetes, tiene que ser un proceso de ocho o diez años. Tenemos que plantearnos un objetivo de formación. Cuando realmente lo entendamos todos, , este tema cambiará y será un beneficio para todos, para nuestra salud, nuestros hijos“, expresó.
Sin duda, una de las imágenes que marcó este encuentro se produjo al pitazo final. Al finalizar el partido por la medalla de oro, el capitán miraba de reojo el festejo de su rival, mientras solo tenía una misión en mente. Reunir al equipo, hablar y tener su última charla post partido con sus compañeros de selección. Estos mismos compañeros, son los que elogian al experimentado jugador y señalan que no solo es un gran jugador, sino que, una gran persona:
Uno de los pilares fundamentales en la Roja y compañero de Oneto durante mucho tiempo, Erwin Feuchtmann le dedicó unas palabras: “Es un referente. Dejando de lado su carrera, lo da todo en la cancha y para mi eso tiene un valor incalculable. Lo da todo en la cancha y siempre está apoyando. Es un golpe duro por su importancia, pero ahora viene la pega de la gente joven. Espero que no seamos la generación dorada y que esto sea un paso más. Espero que ganemos un oro Panamericano, espero que el balonmano vaya a unas Olimpiadas”, declaró.
En esta misma línea, el portero y figura en la semifinal ante Brasil, Felipe Barrientosno quiso quedar fuera de los elogios y cree que Marco se va en lo más alto: “Se va con el mejor resultado histórico, creo que se debería ir feliz. Para nosotros es una pena perderlo como compañero, así que le deseo lo mejor en todo y se debería ir feliz. Pocos deportistas se van en lo alto y él se lo merece. Se le va a extrañar como jugador y como persona“, finalizó.
No existe ninguna duda de que Marco Oneto, esta selección y estos Juegos Panamericanos, marcaron un antes y un después en la historia del balonmano chileno, y aunque no se logró la medalla dorada, el aprendizaje es mucho mayor.
FUENTE : chile.as.com