“Mi vida ha cambiado en un 100%,a mí él me cagó la vida, me hizo pebre”, relata con tristeza la víctima de una brutal agresión que ahora sólo pide que se haga justicia.
La madrugada del 25 de mayo de 2019 quedará para siempre en la memoria de Mirsa Ojeada. Ese día fue víctima de una brutal agresión que por poco le costó la vida, si no fuera porque su pequeño hijo de 11 años logró llamar a Carabineros.
La mujer de 31 años había decidido la noche anterior invitar a su vecino, José Zúñiga Argel alias “Joselo”, a compartir en su domicilio de Chaicas en la región de Los Lagos luego de cierta insistencia del hombre, según comentó a Radio Bío Bío.
“Llevaba casi tres años viviendo allá… él siempre me buscó, me mandaba solicitudes en Facebook, pero yo no aceptaba.. me mandaba mensajes y yo lo dejaba ahí no más… hasta que un día, ese día, me pilló no sé… volando bajo”, indicó.
En horas previas a la brutal agresión, la víctima contó que junto a sus hijos estuvo compartiendo con Zúñiga. Luego los menores se fueron a dormir, momento que aprovechó el hombre para intentar besarla a la fuerza.
“Mis hijos se fueron a dormir y él intentó propasarse conmigo, yo lo eché de la casa… él se fue enojado, pero enojado mal”, explicó Ojeda.
La brutal agresión
Más tarde, ya de madrugada, el hombre volvió acompañado presuntamente de su sobrino de 17 años, quien habría sido testigo de la feroz golpiza y agresión de la que fue víctima esta mujer.
“Al abrir la puerta lo veo a él con el sobrino y de ahí no sé más… hasta que desperté como una hora y media dos horas después totalmente ensangrentada, me faltaban los dedos… me sacó una lonja de cráneo con el hacha, yo no sabía qué me había pasado porque, ni siquiera yo sabía con qué él me había atacado”, relató la afectada.
Cuando logró reaccionar Mirsa no podía moverse, no tenía fuerzas para levantarse por lo que despertó a gritos a su hijo de 11 años para que llamara a algún equipo de emergencia. “Había estado más de una hora perdiendo sangre”, reveló.
Su pequeño hijo logró contactar a Carabineros y además detener en parte la hemorragia que la afectaba. También bajó a buscar a los uniformados que no lograban dar con el domicilio ubicado en una parte alta del lugar.
Producto de la brutal agresión la mujer resultó con dos de sus dedos cercenados, heridas en su cabeza, fracturas en su espalda y muñeca. Con esos antecedentes y tras realizar la denuncia, la Fiscalía Local de Puerto Montt resolvió gestionar una orden de detención y luego formalizar a “Joselo” por dos delitos: lesiones graves y mutilación.
En la formalización realizada el lunes 27 de mayo el Juzgado de Garantía resolvió dejar sólo con arresto domiciliario al que a todas luces, sería el autor de la brutal agresión. No obstante, en la misma audiencia el Ministerio Público apeló a esa decisión logrando mantener detenido al hombre hasta que dos días después la Corte de Apelaciones de Puerto Montt decidió enviarlo a la cárcel Alto Bonito para que cumpla prisión preventiva.
Otra vez en libertad
Allí se mantuvo recluido el imputado hasta el jueves de la semana pasada, cuando en una audiencia de revisión de medidas cautelares celebrada en el Juzgado de Garantía nuevamente fue puesto en libertad. La decisión del tribunal impactó a Mirsa, quien agobiada por la situación no encontró otra forma de hacer notar su miedo que compartiendo en Facebook fotografías de las lesiones con las que tendrá que convivir el resto de su vida.
Las imágenes que evidenciaban el estado en que quedó su mano izquierda fueron acompañadas de un texto en el que pedía que la justicia enviara de nuevo a prisión al imputado.
El día viernes, en menos de 24 horas, finalmente la Corte de Apelaciones resolvió, por segunda vez, enviar a prisión a Joselo, lugar donde tendrá que aguardar que finalice la investigación, lo que ocurrirá dentro de las próximas semanas.
Posición de la Fiscalía
Ad portas de que culmine el plazo investigativo, desde el Ministerio Público adelantaron que están a la espera de los informes de los peritos que permitan sustentar la futura acusación, que podría alcanzar delitos más graves de los formalizados. Por ejemplo, homicidio frustrado.
“Estamos realizando todas las investigaciones para los efectos de establecer un homicidio frustrado respecto de la víctima”, anticipó en conversación con La Radio la fiscal de Puerto Montt, Natalie Johnson, a cargo de la indagatoria.
El órgano persecutor buscará llegar sí o sí a un juicio oral y conseguir la pena más alta posible, sumando además que los jueces podrían sumar la exención del mal causado.
Considerando que el hombre tiene condenas anteriores por violencia intrafamiliar tras agredir a su expareja, es muy probable que en caso de ser condenado deba cumplir pena efectiva de cárcel.
Giro radical
“Mi vida ha cambiado en un 100%, a mí él me cagó la vida, me hizo pebre porque yo tenía un trabajo estable, estábamos bien, arrendaba una casa sin mayor problema”, lamenta la mujer al ser consultada sobre cómo le afectó lo ocurrido aquella madrugada.
Cuenta que le cuesta cocinar, que ya no puede trabajar y que tuvo que cambiarse de casa porque así lo dispone el protocolo de protección de víctimas de la Fiscalía.
“Tuvimos que dejar todo botado por esto que me sucedió (…) perdí todo, estoy ahora comenzando de cero… yo no puedo cocinar y si lo hago lo hago con mucha dificultad, me paso a quemar porque no puedo agarrar la olla, tengo una sola mano… entonces yo ya no soy la misma de antes”, afirmó.
Mirsa ha recibido apoyo de sus hermanas, también de la Seremi de la Mujer en la zona y de la Intendencia de Los Lagos, pero aún así reconoce que no ha sido fácil pues siempre estuvo acostumbrada a ser independiente y ahora, no sabe cómo pagará el arriendo a partir del mes de noviembre cuando deje de recibir los beneficios estatales.
Esta publicación se llevó a cabo con ayuda del periodista de Radio Bío Bío en Puerto Montt, Robinson Cárdenas.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)
