El tránsito entre marzo y abril se avizora como un momento clave para La Moneda. El último año de Gobierno podría arrancar con movimientos al interior del gabinete, en particular, en el corazón de Palacio, con eventuales salidas del comité político del Presidente Gabriel Boric.
Dos son los principales factores que hacen prever un reajuste. Las posibles salidas de las ministras bien aspectadas para competir en la presidencial y la instalación del ministerio de Seguridad, que conlleva la designación de un nuevo secretario de Estado.
A ello se suma la fatiga que están presentando algunos secretarios de Estado, cuyos flancos abiertos los mantienen asediados por la oposición. Es el caso del ministro de Vivienda, Carlos Montes, por las críticas al exiguo avance de la reconstrucción post incendios, y la titular de Defensa, Maya Fernández, debido a la polémica firma de la compraventa de la casa del expresidente Salvador Allende.
Presidenciales
“No hay cambio de gabinete. A todos mis ministros los quiero trabajando”. Así fue como en noviembre pasado, Boric negó la posibilidad a los partidos oficialistas de disponer de sus cuadros políticos -que asumen un rol en el Ejecutivo- para que fueran por una candidatura parlamentaria.
Un ejercicio que el Mandatario no podría replicar en el caso de las definiciones presidenciales, considerando que hay intenciones declaradas de colectividades de llevar a los ministros correligionarios a la carrera. Es el caso del PPD, que pidió a la ministra del Interior, Carolina Tohá, asumir como abanderada de todo el Socialismo Democrático.
Otro es el de la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, a quien la aprobación de la reforma previsional la catapultó como opción para disputar los comicios. Si bien el Partido Comunista -al que adscribe Jara- no ha zanjado su opción para los comicios, el timonel del Partido, Lautaro Carmona, ha reconocido que reúne todos los requisitos.
“Yo creo que tiene una instalación que, por gestión, por visibilidad y por grado de conocimiento, todos sabemos que son claves muy importantes en una candidatura”, sostuvo, y también valoró que Jara tiene “un anclaje en un tema para nosotros muy importante como el mundo de las y los trabajadores”.
El paso adelante que puedan dar Tohá y Jara en la carrera presidencial, implicaría que dejen sus funciones en el gabinete antes del 30 de abril. En Palacio entienden que eso es una opción, pero no dramatizan la posibilidad de que haya éxodo de ministras. De hecho, el escenario que se ha configurado para las elecciones lo ven positivamente.
Si antes se daba por hecho que no habría continuidad del Gobierno, en el Ejecutivo aseveran que hoy, esa opción, está abierta. Además, reconocen que la fuerza de la oposición se ha ido horadando con la disputa que se ha abierto entre Chile Vamos, Republicanos y Johannes Kaiser.
Con todo, una salida de Jara y Tohá implicaría un cambio en el comité político de Boric, en un año en que el Gobierno busca capitalizar el ánimo de acuerdos que se consolidó con la aprobación de la reforma de pensiones. Eutanasia y fast track de seguridad son las prioridades legislativas que ha fijado La Moneda en este derrotero.
Consultada si el Mandatario estaba al tanto de esta posibilidad, la ministra (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, se limitó a señalar que “los cambios en los equipos ministeriales se cuentan en el momento en que se hacen y eso le corresponde evidentemente al Presidente de la República”. De todas formas, aseveró que “es una buena noticia para todas las fuerzas progresistas que contemos con muchos liderazgos competitivos y con visión de unidad en la proyección del progresismo”.
Ministerio de Seguridad
Si bien el proyecto de ley que creaba el ministerio de Seguridad consideraba ocho meses para la constitución de la nueva cartera, Tohá anunció que el Gobierno lo haría en cuatro y Boric lo acotó a abril.
Llamó la atención que la fecha coincidiera con la inscripción de primarias, lo que dio pie a especulaciones sobre una presunta planificación de la salida de Tohá. La ministra dejaría la nueva cartera andando como evidencia de su legado y se volcaría a su carrera presidencial.
La presunta salida de la ministra implicaría al Presidente designar a un nuevo ministro del Interior, que habiéndose separado el trabajo en materia de seguridad, solo tendrá a su cargo la conducción política del gabinete, y quien han sonado como carta idónea para llevar ese rol, es el titular de Segpres, Álvaro Elizalde.
A su vez, en el Congreso, hay expectativas de que sea la subsecretaria Macarena Lobos quien reemplace al socialista a la cabeza de ese ministerio. La abogada con experiencia en asesoría parlamentaria concita la simpatía de buena parte de los parlamentarios, quienes aseguran que Lobos ha tenido un rol clave en la aprobación de proyectos tales como Royalty Minero y ahora, reforma de pensiones.
En lo relativo al primer ministro de Seguridad del país, voces oficialistas consideran que el Mandatario tiene su opción clara: el subsecretario del Interior, Luis Cordero, quien asumió como ministro de Justicia en medio de la crisis por indultos en enero del 2023 y luego se fue a fortalecer Interior tras la crisis que detonó la acusación por violación contra el exsubsecretario, Manuel Monsalve.
Ministros debilitados
Ante la posibilidad de un rebaraje ministerial, hay que destacar los titulares de cartera que se han visto desgastados en el último tiempo. Tal es el caso del ministro de Vivienda, Carlos Montes y la titular de Defensa, Maya Fernández, ambos socialistas que han sido blanco de críticas por la lenta reconstrucción de viviendas post incendios y la compraventa de la casa del expresidente Salvador Allende, respectivamente.
Si bien el titular de Vivienda ha podido dar buenas noticias con el progresivo cumplimiento del plan de emergencia habitacional, que ha llegado a la meta en varias regiones, el exiguo avance de la reconstrucción post incendios lo tiene recibiendo recriminaciones.
El jefe de bancada de diputados PS, Daniel Melo, planteó que “existe una crítica al proceso de reconstrucción que ha llevado adelante el Gobierno, cuestión que comparto. Estamos hablando de cientos de familias que requieren respuesta con urgencia”. También, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) sostuvo que “había que tomar la experiencia de incendios y desastres pasados, donde se nombraba un Delegado Presidencial exclusivo para estos efectos”.
Por otro lado, la ministra de Defensa arriesga su cargo con la firma de la compraventa de la residencia de Guardia Vieja. El Tribunal Constitucional está evaluando el requerimiento de cese al cargo ingresado contra la socialista por una posible transgresión a la Constitución. Además, la Fiscalía indaga un presunto delito del fraude al fisco a raíz del caso.
Si bien el Gobierno aseguró que colaboraría con la investigación, Fernández optó por guardar silencio al momento de ser citada a declarar, lo que atizó las críticas de la oposición.
“Guardar silencio no es una forma de colaborar”, sostuvo el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, restándole piso a la defensa política de la ministra.
Fuente: Emol.com