El Banco Central (BC) publicó este miércoles el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo de 2020, en el que aborda un extremo y complejo escenario económico en el que se está moviendo Chile, que primero vivió un estallido social y ahora los embates de la pandemia del coronavirus.
Sobre la crisis sanitaria, el BC expuso que se trata de algo “inusual, en el que las decisiones respecto de la salud pública, necesarias para evitar costos mayores en términos de vidas humanas, inciden significativamente sobre la actividad social y económica”.
Los impactos de las medidas de contención ya están observándose en diversos ámbitos del quehacer de las personas y las empresas, “y tendrán efectos importantes sobre la actividad, el mercado laboral y la inflación, entre muchas variables”, sentenció el BC.
Contracción de la economía
El IPoM sostuvo que la economía ya comenzó a mostrar una contracción en la segunda quincena de marzo, “la que se extenderá al segundo trimestre”. Y Chile, además, debe considerar que la crisis social local -previa a la sanitaria global- lo deja en un frágil punto de partida.
“(…) Porque más allá de que los últimos Imacec dieron cuenta de una recuperación más rápida que la anticipada, el mercado laboral se ha deteriorado y las medidas sanitarias inciden con mayor intensidad sobre sectores que ya se habían visto afectados por la crisis social”, detalló el informe.
El Consejo del Banco Central estimó, por tanto, que este año el PIB se contraerá entre 1,5 y 2,5%.
En 2021, aumentará entre 3,75 y 4,75%, mientras que en el 2022 crecerá entre 3% y 4%.
“El escenario base contemplado supone que a partir de tercer trimestre de este año se irá reduciendo la estrictez de las medidas sanitarias y se dará comienzo al proceso de recuperación de la economía. Aunque esto no evitará una contracción (…)”, añadió el informe.
La premisa fundamental del escenario se basa en la capacidad de las empresas y hogares de suplementar sus ingresos con los apoyos estatales y financiar la brecha remanente mediante el acceso al crédito a costos razonables.
Por esta razón, el Consejo del BC redujo la TPM en 125 puntos base en las últimas dos semanas, llevándola a su mínimo técnico de 0,5%, incrementando al máximo el impulso monetario a la economía. Adicionalmente ha adoptado una medidas que se orientan a facilitar el acceso al crédito para las personas y empresas.
Ronda la incertidumbre
El BC fue enfático en admitir en su informe un escenario rodeado de alta incertidumbre, aún mayor que el que existía a fines de 2019; esta vez, marcado por la pandemia y los ajustes que conllevará.
La economía podría mostrar un desempeño peor al esperado si la emergencia sanitaria y las medidas de contención a nivel internacional se prolongan más de lo previsto. “También podría suceder si las significativas necesidades financieras de empresas y hogares no son satisfechas por la oferta de crédito”, subrayó el informe.
No se descarta -en tanto- que la emergencia sanitaria se supere “más rápidamente y la actividad económica comience su normalización antes de lo previsto”, lo que daría soporte a la inflación hacia fines del 2020 y comienzos del 2021. En este tipo de situaciones, la política monetaria podría comenzar un proceso de normalización gradual algo antes de lo anticipado.
Economía y distanciamiento social
Conforme al IPoM, la economía local se verá afectada por las medidas de distanciamiento social, que provocan la detención en algunos casos total de ciertas actividades, especialmente de servicios.
“Además, también pueden llevar a una reducción de la oferta de algunos bienes, lo que podría tener impactos en sus precios”, añadió el BC.
Empleo
El empleo y los ingresos de los trabajadores también se verán afectados este año.
Según el BC, la necesidad de evitar el contagio “ha llevado a la detención de actividades altamente intensivas en interacción personal, como el comercio, la educación, los restaurantes y los hoteles, entre otros”.
Asimismo, el desarrollo de los proyectos de inversión de gran tamaño que se estaban ejecutando en el país “han anunciado que detendrán sus obras por algunas semanas, para evitar la propagación del virus entre sus trabajadores”.
El escenario base -remarcó el informe- supone que dichos proyectos se retomarán con normalidad a partir del tercer trimestre de 2020.
Cobre y materias primas
La crisis global afectará a Chile por diversos canales.
En lo que respecta a los efectos desde el exterior, provocará una caída significativa de los flujos de comercio, más un efecto negativo en los ingresos producto de la caída en el precio de las materias primas.
“Especialmente relevante es el descenso del precio del cobre. Para este año se proyecta que su precio promedio se ubicará en torno a US$2,15. Este efecto negativo será en parte compensado por la caída del precio del petróleo”, dijo el IPoM.
Fuente: BioBiochile