La Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet) difundió este martes un diagnóstico en el que prevén la pérdida de 25 mil empleos en su sector producto de la crisis social.
Los empresarios admitieron un deterioro de expectativas, “shock de incertidumbre y condiciones financieras menos favorables por aumentos en las tasas de interés”. Por lo mismo, emplazaron al Gobierno a levantar políticas públicas que favorezcan la industrialización y agreguen conocimiento a la matriz productiva.
Dante Arrigoni, presidente de Asimet, explicó que “mientras no se restablezca por completo el orden público, que permita el normal funcionamiento de las fuentes productivas, al igual que un mejoramiento del escenario político y económico, no será posible generar las confianzas que permitan reactivar la actividad productiva”.
En esa línea, sostuvo que esperan “que las autoridades, y la clase política, empiecen a dar señales de convergencia”.
Arrigoni dio a conocer las proyecciones del gremio para 2020 durante una conferencia desayuno con empresarios del sector, a la que fue invitado a exponer el economista y expresidente ejecutivo de Codelco, Óscar Landerretche.
En la oportunidad, Arrigoni apoyó la postura del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, al señalar la necesidad que tiene Chile de reorientar su modelo económico para avanzar en un plan de desarrollo productivo moderno.
El presidente de Asimet agregó que para medir el avance de nuestra industria en el mercado globalizado se debe considerar el Índice de Medición de Complejidad Económica (ICE) -concepto que mide la cantidad de conocimiento de los productos que exportan los países- y que en el caso nacional hoy exhibe el último lugar entre las economías de la OCDE; y similar ranking entre las naciones con las que tenemos tratados de libre comercio.
“Para mejorar este índice es imprescindible una nueva industrialización del aparato productivo nacional, que previo a la crisis social ya venía mostrando una pérdida de competitividad, bajo crecimiento y creación de empleo”, comentó Arrigoni.
El dirigente de los empresarios industriales manufactureros agregó que esta forma de medir el desarrollo industrial de los países “hace hoy mucho sentido, tomando en consideración las soluciones que Chile necesita y demanda. Existe una estrecha relación entre el ICE y el tema de la desigualdad de los ingresos”.
“(…) Se necesitan políticas industriales modernas, que agreguen conocimiento a la matriz productiva de los países y que se complementen a las políticas sociales”, aseguró Arrigoni.
Retroceso en los últimos 40 años
Durante la conferencia, el presidente de Asimet explicó que en las últimas cuatro décadas Chile ha mostrado un retroceso en su Índice de Complejidad Económica, pues ha descendido dos puestos.
En 1977 ocupaba el casillero 59, y en 2017 se posicionó en el lugar 61. Entre los países de la OCDE los resultados tampoco son mejores, ya que en los últimos años se ha ubicado permanentemente en los últimos lugares.
En este sentido, Arrigoni sostuvo que la crisis también es el resultado de una economía básica y concentrada en pocos sectores exportadores; y que se hace necesario repensar el modelo de desarrollo para financiar la agenda social y para tener una sociedad con mayores y mejores oportunidades.
“El boom de las materias primas ocultó la poca diversidad y bajo valor agregado de nuestras exportaciones, que han ido bajando su rentabilidad. Para respaldar un crecimiento inclusivo debemos mejorar la productividad y agregar mayor conocimiento a los productos que exportamos”, opinó.
“La industria chilena estará en condiciones de competir en mercados globalizados en la medida que las autoridades generen políticas públicas de largo plazo, que apunten a una industrialización moderna, como sucedió en países que hace 50 años estaban muy por debajo nuestro, y que ahora nos superan ampliamente como Corea del Sur y Singapur”, concluyó Arrigoni.
Fuente: BioBioChile