En un hallazgo que ha emocionado a la comunidad científica, el vehículo explorador Perseverance de la NASA ha descubierto una intrigante roca en Marte que podría contener pistas sobre la posible existencia de vida antigua en el planeta rojo. La roca, nombrada como “Cheyava Falls”, y encontrada en el borde de un antiguo valle fluvial Neretva Vallis, ha capturado la atención por sus características únicas que podrían haber sido cruciales para albergar vida microbiana hace miles de millones de años.
Esta pieza enigmática de Marte, que recuerda por su forma a una punta de flecha, ha revelado mediante los análisis del róver con el instrumento SHERLOC indicios de compuestos orgánicos ricos en carbono, elementos considerados precursores de la vida como la conocemos. Por ejemplo, el hallazgo de vetas blancas de sulfato cálcico y depósitos de hematites, que dan a Marte su característico color rojizo, sugieren que el agua fluyó por este lugar en el pasado.
Además, la roca exhibe manchas milimétricas rodeadas por anillos negros que contienen hierro y fosfato, semejantes a las manchas de un leopardo, características que en la Tierra suelen asociarse con actividad microbiana.
“Estas manchas son una gran sorpresa”, afirma el astrobiólogo David Flannery, de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia). “En la Tierra, este tipo de características en las rocas suelen asociarse con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo”, agregó.
Otras explicaciones para la “Cheyava Falls” de Marte
Sin embargo, el equipo científico de Perseverance también considera otras explicaciones para los rasgos observados. La presencia de cristales de olivino en la roca y las condiciones geológicas sugieren que procesos no biológicos, como la cristalización de magma o la alteración por agua a alta temperatura, podrían explicar la formación de estas características.
Así, a pesar de estos hallazgos prometedores, aún queda un largo camino por recorrer para confirmar la presencia de vida pasada en Marte, por lo que los científicos mantienen la cautela.
“Por un lado, tenemos nuestra primera detección convincente de material orgánico, manchas de colores distintivas indicativas de reacciones químicas que la vida microbiana podría utilizar como fuente de energía, y pruebas claras de que el agua atravesó una vez la roca. Por otro lado, no hemos podido determinar con exactitud cómo se formó la roca”, explicó Ken Farley, científico del proyecto en Caltech.
De momento, los investigadores han agotado las capacidades de análisis del Perseverance en esta roca. Así que para desentrañar completamente el misterio de las “Cheyava Falls”, será necesario traer una muestra a la Tierra para un estudio más detallado. Sin embargo, el proyecto de retorno de muestras de Marte enfrenta desafíos significativos, incluyendo costos elevados, proyectados en 11.000 millones de dólares, y complejidades logísticas.
“Hemos bombardeado esa roca con láser y rayos X y la hemos fotografiado literalmente día y noche desde todos los ángulos imaginables”, añadió Farley. “Científicamente, Perseverance ha dado todo lo que podía. Para comprender plenamente lo que ocurrió realmente en ese valle fluvial marciano del cráter Jezero hace miles de millones de años, querríamos traer la muestra de las cataratas Cheyava a la Tierra, para poder estudiarla con los potentes instrumentos disponibles en los laboratorios”, agregó.
Hasta entonces, el descubrimiento de las “Cheyava Falls” representa un hito emocionante en nuestra exploración de Marte. Y es que, aunque no es una prueba definitiva de vida antigua, ofrece pistas tentadoras que podrían impulsar futuras investigaciones y, quizás algún día, resolver uno de los mayores misterios de nuestro sistema solar: ¿hubo alguna vez vida en Marte?
FUENTE DW