La derrota ayer en la Sala de la Cámara de diputados fue rotunda para el Gobierno: 130 votos a favor, 18 en contra y 2 abstenciones hicieron avanzar al Senado el proyecto que busca permitir un segundo retiro de los fondos de pensiones. Y los dardos lanzados por los diputados que participaron de la sesión no sólo apuntaban al Ejecutivo, sino que también tenían nombre y apellido: Ignacio Briones.
El ministro de Hacienda, después de 13 meses en el gabinete del Presidente Sebastián Piñera, está en el ojo del huracán, “sin duda en su momento más complejo desde que llegó”, dicen a Emol desde el oficialismo. Es que los llamados “marcos de entendimiento” que logró construir con la oposición en medio de la crisis social no ha podido replicarlos durante el golpe de la pandemia y el debate del retiro de los ahorros previsionales lo separó aún más de los consensos, incluso con los partidos de Chile Vamos.
“Se le ve remando bastante solo“, dice un parlamentario oficialista a este medio. De hecho, este mismo miércoles, el diputado de Renovación Nacional, Camilo Morán, disparó: “Lo de ayer no fue un torpedeo al sistema de pensiones, lo de ayer no fue una votación en contra de las AFP, lo de ayer fue una votación en contra del inmovilismo que ha tenido durante el último tiempo el ministro de Hacienda, lo de ayer fue una crítica contra el fantasma que tenemos de ministro de Hacienda“.
A defenderlo salió el diputado Francisco Undurraga, compañero de partido de Briones en Evópoli, quien sostuvo que “si hay alguien que le ha puesto el hombro al proyecto previsional es el ministro Ignacio Briones y no podemos aceptar que él (Morán) venga a calificar de esa forma a ningún ministro, sea de Evópoli o del partido que sea, no es el tono ni la forma”. Asimismo, ante la división dentro del oficialismo, enfatizó que “Chile Vamos hay que protegerlo, cuidarlo y potenciarlo”.
La escala de la tensión
La escalada en la tensión entre Briones y el Congreso no partió con el primer retiro del 10%. A inicios de junio, después de conocer la histórica caída de 14,1% del Imacec de abril y en medio de las críticas de la oposición a las medidas del Gobierno para ir en ayuda de las familias afectadas por la crisis -como las cajas de alimentos-, el economista negoció durante días el llamado Plan de Emergencia para enfrentar la pandemia, que consideraba un marco fiscal de US$12 mil millones.
Si bien el debate fue extenso y de mucho “tire y afloje”, sobre todo en torno al Ingreso Familiar de Emergencia, tras sellar el pacto la valoración fue prácticamente transversal. Los problemas llegaron casi un mes después, con el paquete de medidas que anunció La Moneda para ir en ayuda de la clase media. La crítica se centró en que la mayoría de las iniciativas consideraban créditos y, por ende, “endeudar más a los chilenos”, decían sectores opositores.
El rechazo fue tal que Briones junto al Presidente tuvieron que cambiar en tres oportunidades el programa, todo, mientras se presentaba el primer proyecto del retiro del 10% de los fondos de pensiones. Así, pese a las mejorías en montos y nuevas ayudas del paquete, el bloque de Chile Vamos entró en crisis: renunciaron parlamentarios a las bancadas y el Gobierno no logró alinear al oficialismo, provocando que sus diputados se desmarcaran de La Moneda y la iniciativa sorteara las vallas respectivas en el Congreso.
Tampoco sirvió que Piñera mandatara a Briones y a la titular de Trabajo, María José Zaldívar, para avanzar en “un gran acuerdo nacional” para reformar el sistema previsional y, pese a los adeptos que iba sumando el retiro, el ministro de Hacienda no dejó de insistir en que “es un mal proyecto”, “es populista”, “es equivocar el sentido del debate”, “es lo más regresivo que hayamos visto en años“.
Finalmente, las advertencias transversales de economistas de que sacar ahorros de los fondos previsionales “es una puerta muy difícil de cerrar” se cumplieron y el segundo proyecto llegó al Congreso. Briones inició sus intervenciones al tema expresando que “los honorables dijeron que iba a ser por única vez y yo confío en la palabra empeñada”, pero con el avance de la iniciativa también subió el tono.
A inicios de octubre, el ministro zanjó que “si eso logra avanzar, por definición no hay reforma de pensiones, ambas partes lo tenemos claro. Eso es parte de lo que está en juego”. En reiteradas entrevistas dijo que “no se puede ir al norte y al sur al mismo tiempo” y que por cada 10% que se retira de los fondos de los afiliados, un 2% de la cotización adicional de 6% que considera la reforma se desvanece.
Sus palabras fueron recibidas como amenazas por algunos sectores y desde la oposición lo llamaron a “no enredar el debate“. Es más, el diputado Matías Walker (DC), indicó molesto que “no nos va a decir el ministro de Hacienda qué proyectos puedo discutir o no”.
Y cuando dicha polémica se desinflaba -y el segundo retiro tomaba fuerza- un nuevo flanco se abrió hace exactamente una semana: se supo que Hacienda pidió a la Superintendencia de Pensiones los rut de los afiliados que retiraron el primer 10% “con fines netamente estadísticos”, según explicó el mismo Briones, pero distintos parlamentarios se lanzaron en su contra argumentando que “no puede meterse en la vida privada de la gente”.
Con todo, desde la DC ingresaron un escrito al Consejo Para La Transparencia para que “investigue, fiscalice y sancione” a la cartera, argumentando también que la solicitud hecha por el economista es “inconstitucional”. De hecho, tras el hecho, los diputados Leonardo Soto (PS) y Marcos Ilabaca (PS), no descartaron acusarlo constitucionalmente.
Fuente: emol