Este sábado Estados Unidos y los talibanes firmaron, en Doha, el acuerdo bilateral de paz que pretende ser el principio del fin a casi 20 años de una guerra.
El pacto fue firmado por el representante especial de Estados Unidos para la paz, Zalmay Khalilzad, y el líder talibán, mulá Abdul Ghani Baradar, bajo la presencia de observadores internacionales y dignatarios de diversos países, entre ellos los ministros de Exteriores de Turquía y Pakistán, además de una amplia delegación insurgente.
Ambos representantes posteriormente se dieron un apretón de manos y la sala de la ceremonia en un lujoso hotel de Catar, con una fuerte presencia de talibanes, gritó “Alá es grande”.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien viajó para participar del histórico acuerdo, sostuvo que lo logrado hasta el momento “no es perfecto, pero los talibanes han demostrado que pueden ser pacíficos cuando quieren”.
“Habrá tentaciones de declarar la victoria”, advirtió Pompeo, pero “la victoria para EE.UU. será cuando sus ciudadanos no tengan que temer ya ninguna amenaza de ataque desde Afganistán”.
El firmante talibán, Abdul Ghani Baradar, manifestó que “el acuerdo también es bueno para la comunidad internacional” y alabó las “negociaciones exitosas” entre su grupo y Estados Unidos.
Los talibanes dieron comienzo a este proceso en febrero de 2018, cuando su oficina política en Doha urgió a Washington a tomar parte en un diálogo “directo” después de años de negativas.
Sin embargo, el pasado septiembre, el presidente de EE.UU., Donald Trump, canceló abruptamente los encuentros en respuesta a un atentado en Kabul en el que murió un estadounidense. El proceso se retomó a finales de noviembre tras una visita del dirigente a Afganistán.
El 22 de febrero de 2020 los talibanes implementaron una reducción de la violencia durante siete días, que han transcurrido sin graves incidentes.
FUENTE EMOL