En el último tiempo, la protección del medio ambiente es uno de los temas fundamentales para los atacameños y atacameñas, quienes constantemente se encuentran vigilando y denunciando cuando ocurre una situación que ponga en peligro la biodiversidad de la región.
Tomando esto en cuenta, actualmente existen dos iniciativas que buscan fortalecer la protección de la flora y fauna de Atacama. Se trata de la creación del Parque Nacional Desierto Florido y el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) en Chañaral de Aceituno.
Sobre este último, la Seremi del Medio Ambiente de Atacama, Natalia Penroz, indicó que es un proyecto que busca reforzar el trabajo realizado en la Reserva Nacional y Reserva del Pingüino de Humboldt.
Se trata de una iniciativa que es inédita en el país, ya que cubre dos regiones, iniciando en el sur de Atacama, cubriendo gran parte de la comuna de Freirina, pasando a la Región de Coquimbo, protegiendo todas las islas e islotes de La Higuera.
En dicho lugar, se buscará resguardar el ecosistema de la zona, que cuenta con un reconocimiento internacional por su gran biodiversidad. Adicionalmente, permite continuar con actividades a baja escala, como la pesca artesanal y el turismo.
Según la autoridad regional, la creación de esta Área Marina Costera Protegida debería estar lista a medidos de este año.
Por otro lado, también avanza la creación del Parque Nacional Desierto Florido, medida que fue anunciada en octubre del año pasado y, tal como lo indica su nombre, busca proteger la floración que ocurre en pleno Desierto de Atacama, un fenómeno que es reconocido en gran parte del mundo, pero que se vio en peligro después de varios episodios en los que se pudo ver a gente ingresando con vehículos a esta zona, destruyendo las flores que aparecían en el lugar.
El proyecto ya fue aprobado por el Comité de Ministros para Sustentabilidad y el Cambio Climático, por lo que se encuentran afinando los últimos detalles y tramitaciones para que sea oficializada su creación.
Ambas iniciativas permiten aumentar el porcentaje de protección en el territorio de Atacama, una estadística en la que la región se encuentra al debe, ya que solamente un 2,6% cuenta con algún tipo de protección.
