Una familia de la ciudad de Copiapó decidió pasar un día agradable en el borde costero en la comuna de Caldera, por lo que se dirigieron hasta el sector de Barranquilla.
Una vez allá, encontraron a muchas personas que estaban en ese lugar, y para poder mayor tranquilidad, decidieron buscar otra playa, sin tanta aglomeración de personas.
Tras esto, ya cerca de las 12.30 horas, comienzan a recorrer la zona, encontrando en este camino la playa Piedras Bayas, según el testimonio que entregó a Nostálgica Ailyn Quintanilla, integrante de esta familia:
Luego de esto, estas dos personas les solicitaron que se retiraran del lugar, ya que no podían estar en esta playa.
En ese momento se genera un diálogo, donde a esta familia se le insiste en que abandonen el lugar, señalando la pareja de Aylin que se entiende que exista la atención por medio de reservas, pero que el acceso a las playas es de libre paso.
Cuando se produjo dicho emplazamiento a salir de la playa de Piedras Bayas, esta pareja era acompañados de tres menores de edad y tres adolescentes, y para evitar un conflicto mayor, se retiraron del lugar, mientras seguían siendo emplazados a que la única forma de estar ahí era mediante una reserva.
El acceso a la Playa Piedras Bayas no está cerrado, pero si tiene un control de ingreso para vehículos, teniendo libre opción de poder ingresar al borde costero caminando, por lo cual la familia señala que les parece injusto que los hayan expulsado del lugar.
Al ser consultados si tomarían acciones legales ante este episodio, manifestaron que más que eso esperan que estas situaciones no se vuelvan a presentar, evitando nuevas humillaciones, en lugares que se supone, son de libre acceso.
Nostálgica tomó contacto con la administración del lugar, desde donde nos señalaron que este episodio si ocurrió, pero que desde su perspectiva la situación tenía otro punto de vista, el cual sería de carácter sanitario, ya que no todos los integrantes del grupo familiar estaban con sus respectivas mascarillas; que no se les negó el acceso y que se les indicó que debían retirarse del lugar, ya que dicho recinto cuenta con reglas de funcionamiento, entre ellas, el de silencio, dado que dicha concesión marítima tiene la características de ser un lugar de nidificación de especies propias de la zona.
Señalaron contar con toda la documentación y permisos respectivos para el funcionamiento del lugar como servicio de hospedaje desde hace más de una década.
Todos los antecedentes de este hecho, fueron puestos a disposición de la Seremi de Bienes Nacionales.
