El regreso del evento tendrá una nueva escenografía, diseñada y montada en meses para reemplazar la anterior que se dañó de manera irremediable por los dos años sin uso. En charla con Culto, el productor general del evento, Daniel Merino, detalla la trastienda de la operación, pero aborda además la demora en el anuncio de los humoristas, los próximos anuncios de artistas, la situación de la orquesta que se quedará en Santiago por primera vez y descarta definitivamente a Daddy Yankee.
Bastó un golpe de vista. En junio pasado, cuando los encargados del equipo de producción a cargo del Festival de Viña se internaron en las bodegas en busca de las estructuras de la escenografía que se ocupaba desde 2020, descubrieron que los dos años sin uso no pasaron en vano. “Estaba todo podrido. Nos encontramos con que la bodega tenía filtraciones de agua y la escenografía estaba perdida”, detalla Daniel Merino, el productor general del evento, que este año vuelve tras dos años de un doloroso silencio.
“Hay que recordar que la Quinta Vergara está emplazada en un lugar donde está el mar, y eso se come todo el fierro que no está galvanizado. La escenografía no se galvanizaba porque todos los años se le hacía mantención y se ocupaba. Pero tras dos años sin uso, volver al lugar fue realmente duro”, agrega.
Aquel fue el punto de partida para el diseño de una nueva estructura de escenario de 1.500 mts2 que debutará para el regreso del Festival el próximo 19 de febrero, en una labor conjunta entre Canal 13, TVN y la productora Bizarro. Un trabajo que no fue fácil y significó una gestión a contrarreloj. “Se necesitó dos meses, junio y julio para armar una idea. En agosto recién empezamos a ver mock up y draft de la escenografía, para comenzar a construir en noviembre. O sea, es una escenografía que se construyó en tiempo récord y realmente yo creo que va a impactar”, detalla Merino.
Respecto al ingente montón de fierro oxidado, el productor detalla que en gran parte se entregó para reciclaje. “Lo que se pudo salvar, se salvó, pero el 95% de la escenografía se tuvo que reciclar a través de fundiciones de fierro y otros”.
El diseño de la nueva escenografía mantiene el concepto de la que se usaba desde 2020, original de Bart Stravert, destacado arquitecto holandés de amplia experiencia en el rubro, quien ha trazado las estructuras usadas en festivales masivos como Mysteryland. Para el regreso se hizo una adaptación a cargo de Alejandro Jaramillo, mientras que el diseño de iluminación es de Felipe Serey, quien realiza la misma función desde 2019.
“Lo único que se va a mantener de la escenografía original son las costillas, como le llamamos nosotros, que son estas verticales aéreas que están colgando en la Quinta Vergara, son cerca de 38 a 40. Pero toda la parte central este año se va a cambiar, se va a remodelar y se van a incluir elementos nuevos como escaleras y pantalla central con doble nivel”, agrega Merino.
¿Hubo posibilidad de un retorno de la recordada concha acústica, un símbolo de Viña en el pasado? nunca estuvo en la discusión, detalla Merino. “El diseño está basado en el que hizo Stravert. Entonces, por un asunto técnico, la concha acústica trae problemas estructurales. En la Quinta no podíamos montar algo así y se tomó la decisión de ir por esto, que era más innovador, apostar por la gaviota y empujar el ícono gaviota hacia adelante”.
Otras novedades van en las pantallas laterales. “Se van a extender y se les va a enmascarar con forma de Gaviota, como una forma de reforzar la identidad corporativa del Festival”. En total, son más de 1.000 metros de pantallas led, que en total suman 25 millones de megapixeles. Además, por primera vez se proyectarán las visuales en tres señales 4k de alta definición.
Las fuentes consultadas por Culto, detallan que los costos de una escenografía de tal envergadura, diseñada y construida desde cero, oscilan alrededor de los 600 millones de pesos. Luego se monta, y se le hace mantenimiento en cada temporada. En este caso, el montaje de la nueva estructura partió el día 10 de enero, y se extenderá hasta el próximo 10 de febrero. “Actualmente, en la Quinta Vergara hay 200 personas trabajando; desde carpinteros, arquitectos, ingenieros, directores de proyecto, productores, etc. Entregan turnos de ocho horas, porque tratamos de cuidar mucho a las personas que trabajan con nosotros, Viña es un desgaste físico y emocional tremendo”, detalla Merino.
Como ya había adelantado Culto, la combinación entre la situación económica, la inflación y el alza del dólar, hizo que la producción tuviera que optimizar costos. “Hemos tratado de hacer cambios, como por ejemplo que personal que era ejecutivo, y puede hacer un trabajo de producción desde Santiago, se quede acá”, detalla Merino. “Hay que entender que en el Festival trabaja en el orden de 4.000 personas y esas personas hay que alimentarlas, movilizarlas, tenemos un sistema de transporte propio con más de 120 vehículos, un casino para que todos pueden comer en la Quinta Vergara”.
No es lo único. “Algunos de los cambios que se han hecho debido a la pandemia, es que va a haber menos personal en el camarín, porque si alguien se contagia se tiene que aislar. Además, la Orquesta se va a quedar en Santiago y todo se va a llevar envasado al festival. No vamos a llevar a los 30 músicos, nos sumaría 30 personas más, pero todo se graba en un estudio con calidad profesional, con el mismo staff de los últimos años. En ese sentido, le agradecemos al maestro Carlos Figueroa (NdR: director de la orquesta), con quien hemos trabajado muy de cerca. Él va a estar en Viña, dirigiendo el sistema digital que se va a usar”.
Consultado por la repercusión de esta medida, que rompe con una tradición del evento, Merino responde: “Quiero hacer súper claro y tajante en que esto en ningún caso va a ir en desmedro de la competencia ni del Festival. Las pistas se están grabando, hay un sistema para dispararlas con la calidad que merece un evento como este”.
Los anuncios por venir y la trastienda del humor
Durante el mes se han confirmando los números faltantes del evento, entre estos, los seis humoristas que se presentarán ante el “Monstruo” (Fabrizio Copano, Yerko Puchento, Belén Mora, Pamela Leiva, Rodrigo Villegas y la argentina Laila Roth), pero aún restan confirmar dos números más de la parrilla de artistas. Nombres que según Merino debieran conocerse en los próximos días. Mientras, ya se agotaron tickets para los días 19 de febrero (en que estarán Karol G y Paloma Mami) y el 23 de febrero (se presentan Christina Aguilera y Polimá).
“Tenemos alrededor de seis opciones sobre la mesa y no queremos apurarnos -detalla-. Los shows se han vendido muy bien, ya hemos vendido 60.000 tickets, pero el anuncio debiera venir la próxima semana. Junto a los canales estamos viendo artistas nacionales e internacionales, evaluando temas como la agenda, la convocatoria, el rating”.
¿Es Daddy Yankee uno de los números internacionales?
No, ninguna posibilidad porque tiene compromisos en febrero, y él quiere cerrar su gira de despedida en Puerto Rico. Eso no permitió que hubiera una negociación, nunca hubo conversación con él, pese a que nosotros lo trajimos acá. Pero sobre Viña no hubo nada al respecto.
La parrilla de humoristas se conoció a casi un mes del evento ¿por qué demoró?
Yo creo que en un evento tan grande como este, que vuelve tras dos años y todos estuvimos haciendo otras cosas, es normal que la producción se retrase un poco y yo creo que en este caso ha sido mínimo. En el caso de los humoristas nos hemos tomado el tiempo de revisar cada rutina, ir a sus shows, y ver que el contenido conecte con la gente. Eso derivó en que nos tomamos un poco más de tiempo, pero eso nos permitió anunciar a los seis humoristas de una sola vez.
Gente de la industria me comentaba que había varios reticentes a presentarse en el Festival ¿hubo algo de eso?¿había temor de presentarse en algún día en particular?
No, nunca un humorista nos ha dicho que yo tengo que estar con un artista u otro. Siempre han tenido coraje para enfrentar al Monstruo incluso tras shows muy potentes, obviamente manifiestan que eso les preocupa, preguntan ‘¿oye después de quién voy a ir?’ Pero el festival siempre se ha reservado el derecho de colocar al humorista según la parrilla y la programación. Tanto los artistas, los humoristas y todo el equipo de producción, siempre han estado al servicio del Festival.
¿Siempre se proyectó una parrilla de humoristas paritaria?
Sí. Fue una idea que nació en una reunión que tuvimos con la Comisión de organización y la alcaldesa (Macarena) Ripamonti. Allí se impulsó y nosotros la recogimos. Aclaro que ella nunca nos ha obligado ni impuesto nada, pero había un interés en que algo de la parrilla fuera paritaria para dar una señal de los tiempos que vivimos. La búsqueda se dio de forma súper natural, para nada forzada, como que se alinearon los astros.
En la parrilla de artistas hay nombres como Maná, que en las redes sociales generó ruido porque han venido varias veces y parece repetido ¿cómo se llegó a ese nombre?¿se pensó desde el comienzo?
Cuando se arma la parrilla, tratamos de recoger todo, desde la tendencia hasta lo que han sido parte de la historia del Festival. Muchas veces se espera que los artistas mueran para homenajearlos, nosotros creemos que Viña tiene que homenajear a quienes lo han llevado a donde está hoy y Maná es parte de esa historia. A mí me hubiera gustado tener de nuevo a Juan Gabriel y nunca lo pudimos volver a lograr. Creo que es importante reconocer a los talentos que han sido parte de Viña.
Fuente: La Tercera