El Ministerio Público registra 23 secuestros en lo que va del año en la Región de Valparaíso, cifra que no sería superior a la reportada en el mismo periodo de 2021, pero que marca una diferencia en que existen dos casos actuales donde los cuerpos de las personas desaparecidas aún no son hallados por las policías y donde habrían situaciones ligadas al tráfico de drogas.
Según consignó El Mercurio de Valparaíso, en el primer trimestre del presente año se han registrado diversos delitos de secuestro en la región, y dos de ellos han llamado la atención de la ciudadanía. El 13 de enero desapareció el rastro del conductor de colectivo de iniciales J.G.F de 36 años, quien hizo un último trayecto desde Quilpué a Valparaíso. En tanto, a inicios de febrero se perdió J.B.V, quien fue visto por última vez en una toma de Placilla.
Entre ambos hechos hay un total de ocho detenidos por el delito de secuestro calificado, pero en ninguno de esos casos hay cuerpos encontrados, por lo que las policías, en coordinación con el Ministerio Público, mantienen las diligencias de búsqueda. Estos dos hechos son parte de los 23 secuestros registrados a nivel regional, entre el 1 de enero y el 31 de marzo. No obstante, ambos marcan una diferencia respecto a los otros: aún no se hallan los cuerpos y hay situaciones ligadas al tráfico de drogas.
Los casos
En el caso de J.G, no existe relación directa de drogas con la desaparición, pero los detenidos por el delito de secuestro calificado sí tienen antecedentes por infringir la Ley 20.000. En detalle, el individuo de iniciales O.C.L, quien fue el último de los tres formalizados, tenía una detención pendiente por tráfico en Valparaíso.
El mismo día en que desapareció J.G, una mujer de 41 años recibió un disparo que la mató. La víctima era pareja de un sujeto de iniciales J.M, quien sería un conocido delincuente de Valparaíso. Los hechos, si bien no se investigan conjuntamente, en su momento la fiscal Vivian Quiñones afirmó que se indagan las diferentes aristas en el caso.
En el control de detención del último implicado (O.C.L), se precisó que la víctima no tiene relación con la banda criminal que estaría ubicada en la población Joaquín Edwards Bello, sector donde llevaron a J.G, lo amenazaron con un fusil y lo maniataron.
“Desde que iniciamos la investigación por el caso de don J.G, fuimos trabajando de una manera muy coordinada con la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, con la finalidad de encontrar, por una parte, a los autores del delito, como también a la víctima”, señaló la fiscal Quiñones.
En esa línea, afirmó que “esto ha permitido que, a la fecha, tengamos tres personas ya formalizadas: D.S.H, un menor de 16 años y O.C.L por su participación en el secuestro calificado de la víctima, dos de ellas en prisión preventiva y uno en internación provisoria, por ser menor de edad.
Paralelamente, precisó la fiscal, “hemos trabajado para dar con el paradero de J.G. Para ello la PDI ha revisado varios puntos de interés, con extensas búsquedas que, lamentablemente, a la fecha no han dado resultados positivos. La causa sigue en etapa de investigación y seguimos avanzando en una serie de diligencias particulares con miras al juicio oral en contra de los imputados”.
Mientras, en el caso de J.B.V, hay un total de cinco detenidos. Y, acorde con el medio antes mencionado, como el rastro de la persona se perdió en Quillota, ahí se han hecho diversas diligencias en las que se ha incautado droga en diversas oportunidades, por lo que el caso estaría directamente ligado al narcotráfico.
Fuente: Emol.com