“Es grave lo que estamos viviendo con los pudúes, prácticamente se están exterminado por un negligente política de control de perros y de tenencia responsable”, comentó Cristian Herrera, médico veterinario y director de la Fundación Ñacurutú,
Hace poco menos de dos semanas, un estudio detectó la presencia de un gran número de ejemplares de pudú en la provincia de Osorno, dando esperanzas sobre una posible mejora del estado de conservación de este ciervo que habita en los bosques chilenos y argentinos.
Lamentablemente, la noticia se ve empañada por los constantes ataques de perros asilvestrados o que son soltados en los bosques sin la supervisión de sus dueños. Uno de ellos es el caso denunciado por la Organización Chiloé Silvestre, quienes reportaron la muerte de una pudú embarazada con gemelos, la que fue atacada por canes asilvestrados en Chiloé.
En esta línea, el pasado viernes 24 de noviembre, la Fundación Ñacurutú, dedicada a la conservación y rehabilitación de fauna silvestre en la Región del Biobío, ingresó a una pudú hembra adulta atacada por perros, cuya cría probablemente fue devorada por los canes.
En conversación con T13, Cristian Herrera, médico veterinario y director de la Fundación Ñacurutú, mencionó “el 98% de los ingresos de pudú es por ataques de perro. No puedo afirmar que sean todos perros asilvestrados, a mi parecer, son más perros que tienen propietarios irresponsables que los tienen en terrenos abiertos”.
“En lo que va del año, de los 35 ingresos de pudúes que hemos tenido, han fallecido 27, incluido un neonato”, reportó, agregando que “es grave lo que estamos viviendo con los pudúes, prácticamente se están exterminado por un negligente política de control de perros y de tenencia responsable”.
Tenencia responsable, fundamental para la conservación del pudú
El director de la fundación ubicada en Coliumo, en la comuna de Tomé, sostuvo “acá al menos en la zona de donde nos llegan los pudú, han ocurrido muchas parcelaciones, donde venden pedazos de terrenos pequeños y la gente que llega a vivir a ellos tiene perros o adoptan. Los alimentan, pero no les restringen el movimiento, por lo que los perros salen, se juntan con perros de otras parcelaciones y los perros desgraciadamente tienen el instinto de jauría y generalmente atacan en grupos”.
Herrera explica que los perros asilvestrados son aquellos que nacieron y fueron criados en la naturaleza, y consideran al humano como parte de la cadena alimenticia. En cambio, los perros que son considerados como mascota sí reconocen al humano como un igual. En este sentido, mencionó que, al menos en la región del Biobío, los perros que atacan fauna nativa tienen dueño.
“Nos han llegado pudúes preñados que lamentablemente fallece la cría o fallece el pudú adulto, pudúes con muchas heridas. Más de la mitad muere porque las heridas son profundas, desgarros profundos, sumado al estrés que sufren al estar arrancando. Muchas veces se dañan porque pasan por alambres de púas mientras arrancan y se hacen laceraciones”, agregó el veterinario.
“No solamente los perros, la gente también lleva gatos, que es más difícil restringirles los movimientos en un campo, por lo tanto, cazan mamíferos silvestres, monitos del monte, ratoncitos, reptiles y aves”.
“Hay un sinnúmero de cosas que estamos viendo que se están afectando por la irresponsabilidad del ser humano. Los animales tienen un instinto, les gusta cazar. Desgraciadamente, al no estar controlados, reflota su instinto y pueden causar daños a la naturaleza”, agregaron
Recuerda que puedes apoyar a la conservación y rehabilitación de fauna nativa donando o apadrinando un pudú en Fundación Ñacurutú o pinchando aquí.
Fuente: T13