La psicóloga de Fundación CAP, Claudia Soto, abordó la situación que están viviendo los niños y niñas en sus casas, producto de la pandemia del coronavirus. Hay sentimientos de inestabilidad, incertidumbre, inseguridad y ansiedad, que están aflorando en toda la población. Los niños y niñas, señala la experta, también están viviendo esta crisis y muchas veces ellos, no pueden ponerle nombre a lo que están sintiendo y lo manifiestan a través de conductas o síntomas. Destaca que es muy común ver a los niños más inquietos, irritables, tal vez algunos están volviendo a dormir en la cama de los papás, o presentando dificultades para conciliar el sueño, entre otros. También, pueden estar presentando síntomas físicos como dolores de cabeza, estómago sin que haya una causa evidente.
Claudia Soto nos invita nuevamente a tomar el rol de padres, madres y adultos significativos y recordar que somos los adultos los encargados de brindar seguridad y protección a los niños y niñas. Y también que son los adultos los que deben ocuparse de que los niños entiendan lo que está pasando. Para eso, da algunos tips para entregarles la información que necesitan, y con ellos puedan elaborar y procesar esta situación de crisis, que se está viviendo como país y también como mundo.
La psicóloga enfatiza que la información a los niños y niñas debe ser entregada por los adultos que viven con ello o con ellas. Porque este contenido va a estar mediado por el afecto, la contención y el respeto de los propios ritmos que tiene cada niño y niña, para que logren integrar la información de la mejor manera.
Los padres y madres conocen a sus hijos y por lo mismo saben qué es lo que necesita cada uno de ellos y la forma en que reaccionan frente a situaciones difíciles. Además pueden dedicarles el tiempo que sea necesario para ir ayudándolos a entender lo que pasa y a darle un sentido a las medidas que ellos también están teniendo que hacer con respecto al coronavirus.
La información será distinta dependiendo de la edad que tenga cada niño. Claudia Soto explica que, hasta los siete u ocho años, lo importante es entregarle información concreta a través de ejemplos, dibujos, cuentos. Que sea lo más clara y sencilla, para que los menores puedan entender lo que necesitan saber y sin entrar en mayores detalles. Siempre partir preguntando, ¿Qué es lo que ellos y ellas entienden? ¿Qué es lo que saben? Es importante no ir más allá de lo que necesitan saber. La intención es lograr darles calma y que entiendan lo que sucede, teniendo la calma que sus adultos significativos están ahí para cuidarlos.
En los niños mayores, sobre los diez años, la experta de Fundación CAP menciona, que ya es posible ver algunas noticias con ellos, pero que es necesario que siempre sea acompañado de un adulto responsable, para ver qué entienden del contenido que están recibiendo y también para que los padres y madres puedan estar atentos a las emociones que les surgen, a las dudas que aparecen y así abrir una conversación con ellos y ellas, de manera que puedan ir asimilando la información que reciben, desde la TV, la radio, las RRSS o el computador.
A veces, los adultos en estas situaciones de crisis, explica la experta, necesitan estar todo el día escuchando noticias, con el computador o televisión encendidos, conectado con las redes sociales, porque esa es la forma de sentir que tienen algo de control en lo que está pasando. Sin embargo, es importante; comenta Claudia Soto, saber que esta situación es de incertidumbre diaria y no controlable por cada uno. Por lo tanto, tener la televisión, la radio encendida todo el día, solo genera más ansiedad, que en muchos casos se les transmite a los niños.
Es importante recordar, señala la sicóloga Claudia Soto, que este es el momento, para darle una explicación a los niños del por qué están cambiando sus rutinas diarias, por qué los papás están trabajando en las casas, y por qué no están yendo al colegio o a la escuela. También, es necesario destacar que esta es una situación país, y también mundial. Y resaltar la palabra solidaridad, porque gracias a esta consciencia de quedarse en casa, ellos y los padres están siendo solidarios para que este virus no se propague a las personas más frágiles de nuestro país, que son los ancianos y los enfermos crónicos. Que, por lo tanto, su labor es fundamental para controlar el coronavirus y contribuir a que la vida pueda volver a su normalidad.