Mientras el Presidente arremetió contra las AFP en momentos cruciales de la reforma previsional, la ministra de la Mujer apuntó contra el cardenal Chomalí, abriendo un flanco con el centro político.
Un mordaz tono adquirió el Gobierno en medio del debate de dos de sus proyectos clave. En específico, fue el Presidente Gabriel Boric y la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, quienes vertieron declaraciones que levantaron críticas por su retórica adversarial, tanto por la discusión de la reforma de pensiones, como por la presentación del proyecto de aborto, respectivamente.
Hoy temprano, el Mandatario escribió un escueto mensaje en su cuenta de X relativo a la discusión previsional, que se encuentra en una etapa crucial con las tratativas que el equipo económico del Ejecutivo está sosteniendo con el Senado para lograr despachar el proyecto a tercer trámite durante enero.
“A las AFP no les gusta la reforma de pensiones. Es una muy buena señal para avanzar en la reforma de pensiones”, afirmó el Presidente, compartiendo una nota que daba cuenta del informe del centro de estudios vinculado a la Asociación de AFP, “Observatorio Perspectivas”, que exponía contra la fórmula de reparto del Ejecutivo.
Sus dichos concitaron recriminaciones. El diputado Frank Sauerbaum (RN) llamó al Mandatario a que “sea más bien parte de la solución que del problema, que no entremos en un conflicto permanente con los partidos políticos o con la AFP. Todo el mundo sabe lo que ellos piensan. Esta es una discusión técnica, es importante también escucharlos, pero es relevante que sean los políticos los que tomemos las decisiones, que con aspectos técnicos podamos también evaluar políticamente los resultados de nuestras decisiones”.
Reproches similares se le dirigieron a la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, por la dura réplica que hizo al cardenal Fernando Chomalí.
“Las decisiones que se toman no se toman pensando en los deseos de los príncipes de la Iglesia, que es lo que significa ser un cardenal”, dijo este jueves en radio Cooperativa, al ser consultada por los dichos del religioso, relativos a que “ha sido un gran regalo que muchísimos chilenos aplaudimos”, el que se haya aplazado la presentación del proyecto de aborto libre.
Al respecto, el vicepresidente de la Cámara, Eric Aedo (DC) dijo: “A ratos da la impresión que algunos ministros y ministras del Gobierno se le olvida que estamos en una sociedad democrática y pluralista. Respecto del aborto libre, hay distintas opiniones, la Democracia Cristiana y sus parlamentarios lo hemos expresado con claridad. No vamos a apoyar un proyecto de esas características. Es suficiente con el proyecto de aborto en tres causales”.
Ahondando en ese punto, aseveró que “el Gobierno equivoca el tono del debate en estos temas. Primero, esto se tiene que hacer con altura de miras, y ya basta de esta cancelación a la que nos quieren acostumbrar a veces algunos ministros y ministras del Gobierno. En una sociedad pluralista, todas las opiniones son válidas” y advirtió que “lo que hay es un insulto no solo a un cardenal; hay un insulto a todo el pensamiento cristiano y católico del país”.
A su vez, el diputado de Demócratas, Miguel Ángel Calisto, apuntó que “llama profundamente la atención como el Gobierno viaja hasta Roma, al Vaticano, para celebrar el nombramiento de Monseñor Chomalí como nuevo cardenal de la iglesia chilena,pero por otro lado, la ministra Orellana lo ironiza frente a una posición que la iglesia ha defendido siempre, que es el derecho a la vida, incluso en tiempos más difíciles como fue la dictadura”.
Aquilatando ambos casos, el diputado Diego Schalper (RN), consideró que “es lamentable que el Gobierno termine el año con tanta intolerancia y odiosidad”. Incluso el analista Alfredo Joignant expresó a través de X que “me parece una grosería intervenir de ese modo: un nuevo error de la ministra Orellana”.Como sea, al interior de La Moneda desdramatizan el tono empleado por personeros de Gobierno. “No hay que temerle a la tensión”, dice una alta autoridad del Ejecutivo, defendiendo que el diálogo político se mantenga honesto.
Fuente: Emol