Lo padece alrededor del 10% de la población mundial, afecta al intestino delgado, y se trata con cambios en la dieta y estilo de vida, además de antibióticos.
Selena Gomez alzó la voz y reveló que padece una enfermedad, luego de recibir críticas en redes sociales sobre su apariencia física que surgieron después de que asistiera al estreno de su película “Emilia Perez” en Los Ángeles.
En la instancia, la estrella de “Los hechiceros de Waverly Place” lució un vestido negro que dejaba al descubierto una pierna y acentuaba sus curvas, y en las fotos posó con una mano en la cintura y la otra sobre su abdomen. Sin embargo, algunos usuarios en redes sociales insinuaron que eligió ese estilo para ocultar su “verdadera” figura.
La cantante respondió a las críticas y sugirió que no iba a tolerar opiniones negativas sobre su cuerpo. “Esto me enferma”, expresó, en TikTok, aunque luego eliminó el mensaje.
Asimismo, confesó que padece SIBO en su intestino delgado y que por eso “se inflama”. Además, dejó claro que no le afecta no cumplir con los estándares de belleza de la industria. “No tengo ese cuerpo. Fin de la historia. No, NO soy una víctima. Soy simplemente un ser humano”, concluyó.
Pero ¿qué es el SIBO? El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (Small Intestinal Bacterial Overgrowth, en inglés), “es una enfermedad en la que el intestino delgado está anormalmente colonizado por un mayor número y tipo de bacterias“, explica a Emol Gonzalo Veloso, gastroenterólogo de la Clínica Indisa.
El doctor cuenta que alrededor del 10% de la población mundial sufre de la afección, según diversos reportes y agrega que en “Chile, se estima que el panorama es similar”.
Según Clínica Mayo, entidad dedicada a la investigación y a la práctica de la medicina, el trastorno “se produce cuando una circunstancia, como una cirugía o una enfermedad, ralentiza el paso de alimentos y desechos en el tubo digestivo y se crea un caldo de cultivo para las bacterias”.
En el intestino delgado, “los alimentos se mezclan con los jugos digestivos y el torrente sanguíneo absorbe los nutrientes”, según la institución, y en este lugar, normalmente hay pocas bacterias “debido al rápido flujo de su contenido y a la presencia de bilis”.
Sin embargo, cuando crecen las bacterias de forma excesiva, “los alimentos estancados en el intestino delgado desviado se convierten en un caldo de cultivo ideal para las bacterias, que pueden producir toxinas e interferir en la absorción de nutrientes”.
Además, la Clínica Mayo establece que aunque el crecimiento excesivo de bacterias en esa zona del tubo digestivo “es a menudo una complicación de la cirugía de estómago (abdominal), esta afección también puede ser el resultado de problemas estructurales y algunas enfermedades”.
En ese sentido, Tatiana Vujcic, gastroenteróloga del Programa Neurogastroenterología y Motilidad Digestiva de Clínica Universidad de los Andes, detalla que dentro de las cirugías abdominales que podrían ser un factor de riesgo para el sobrecrecimiento de bacterias, se encuentran una “histerectomía, gastrectomía, colecistectomía, colectomía o bypass gástrico“.
Por otro lado, señala que tener alguna condición gastrointestinal como “dispepsia, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome de colon irritable, disritmia intestinal, divertículos en el intestino delgado”, también son otros factores que pueden favorecer la aparición de SIBO, al igual que “ser del sexo femenino y tener una edad avanzada”.
Veloso establece que otras variables que podrían favorecer el crecimiento de bacterias en el intestino delgado son otras afecciones médicas como “haber tenido enfermedad de Parkinson, diabetes mellitus, hipotiroidismo, enfermedad celíaca, tener el hígado graso, una pancreatitis crónica, fibrosis quística, enfermedad coronaria y una nefropatía crónica”.
Además, indica que el trastorno también podría aparecer por consumir “fármacos del tipo opiáceos (analgésicos), anticolinérgicos, esteroides, y antidiarreicos”.
La Clínica Mayo agrega que otra causa del SIBO es tener “un defecto estructural dentro y alrededor del intestino delgado, una lesión en el intestino delgado”, que exista “una vía de paso anormal (fístula) entre dos segmentos del intestino” y una “diverticulosis” en esta misma zona del tubo digestivo.
En relación a los síntomas del SIBO, Veloso, indica que el trastorno genera diferentes indicios “gastrointestinales, entre ellos hinchazón y/o distensión abdominal, dolor abdominal, flatulencias, diarrea y/o estreñimiento”.
Por su parte, la Clínica Mayo, establece que “el exceso de bacterias puede provocar pérdida del apetito, náuseas, sensación incómoda de saciedad después de comer y pérdida de peso involuntaria”.
Respecto al tratamiento, Vujcic dice que este “incluye cambios en la dieta y en el estilo de vida, corrección de deficiencias nutricionales en caso de existir déficit de un nutriente, uso de antibióticos para regular la cantidad de bacterias a nivel intestinal, así como identificar y tratar causas predisponentes para prevenir la recurrencia”.
En relación al diagnóstico, el gastroenterólogo de la Clínica Indisa asegura que “el examen disponible en Chile es el Test de Aire Espirado con lactulosa o glucosa, que permite demostrar la presencia de un sobrecrecimiento bacteriano productor de hidrógeno o sobrecrecimiento intestinal metanogénico”.
Asimismo, asegura que es “una prueba sencilla, no invasiva y accesible, que además identifica otros problemas como la mala absorción de lactosa o fructosa”.
En cuanto a la duración de la enfermedad, Veloso, asegura que “dependiendo de la causa subyacente, algunas personas pueden presentar cuadros prolongados de SIBO o episodios recurrentes que requieran, entonces, de un tratamiento crónico”.
¿Cuándo se debe consultar a un médico? Según la Clínica Mayo, “la distensión, las náuseas y la diarrea son signos y síntomas de muchos problemas intestinales”. No obstante, añade que es importante ir al médico para “una evaluación completa, especialmente si has tenido una cirugía abdominal” cuando se presenta una “diarrea persistente, pérdida de peso rápida e involuntaria, dolor abdominal que dura más de unos pocos días” y por último advierte que “si tienes dolor abdominal grave, busca atención médica inmediata”.
Fuente: Emol