Después de recibir las sesiones de quimioterapia para tratar el supuesto cáncer que lo afectaba, Pablo Gálvez empezó a sufrir las consecuencias físicas del tratamiento que no necesitaba.
Una gravísima negligencia médica fue la que sufrió Pablo Gálvez, cudadano chileno de 60 años, tras ser diagnosticado erróneamente con cáncer al hígado, lo que lo llevó a recibir un tratamiento de quimioterapia innecesario.
Todo comenzó en diciembre de 2017, cuando Pablo acudió al Hospital Militar de Santiago debido a dolores en la vesícula, lo que lo llevó a someterse a varios exámenes. Durante este proceso y entre esos chequeos, se le realizó una biopsia. Dos meses después recibiría los supuestos resultados.
“Cuando el médico vio los resultados de la biopsia, me dice ‘mira Pablo yo no puedo seguir contigo, lamentablemente esto lo tiene que ver el departamento de Oncología’“, cuenta Gálvez sobre el momento en que fue derivado a la unidad de cáncer.
A partir de ese diagnóstico, en marzo de 2018 Pablo comenzó un tratamiento de quimioterapia, recibiendo tres sesiones en total. Sin embargo, a pesar del tratamiento, no notaba mejorías. Fue entonces cuando en una junta médica, el patólogo decidió revisar nuevamente la biopsia realizada meses antes.
Al volver a examinar los resultados, descubrió que Pablo había recibido un diagnóstico erróneo y no tenía cáncer. “En ese periodo que examinaron nuevamente la biopsia al hígado, descubrieron que no era cáncer. Reconocen que hubo un error, que no es un cáncer al hígado y que por lo tanto, se suspenden las quimioterapias”, explicó Pablo en conversación con T13.
Aunque esta noticia debería haber sido un alivio, Pablo acusa que ni siquiera recibió unas disculpas del hospital. No solo no recibió las disculpas, sino que tampoco obtuvo el reembolso de los gastos que incurrió en el tratamiento. Esto lo motivó a iniciar un proceso judicial contra el hospital.
En septiembre de 2018 se presentó una demanda por indemnización de perjuicios contra el fisco, debido a la falta de servicios. “Yo lo único que pedía era que me dieran unas disculpas y que me reembolsaran lo que yo había gastado en el hospital”, relata Pablo.
Las graves consecuencias que le dejó el diagnóstico erróneo de cáncer
Las tres sesiones de quimioterapia y los tratamientos de refuerzo que le administraron, a pesar de no ser necesarios, dejaron secuelas físicas. Pablo sufrió graves problemas dentales, perdiendo varias piezas, y también desarrolló una prostatitis severa, lo que habría sido causado por el erróneo diagnóstico.
“Acá hubo un error de un patólogo, que leyó mal o vio mal una biopsia”, es parte del reclamo de Pablo Gálvez.
Finalmente, la Corte Suprema falló a su favor, ordenando al Hospital Militar indemnizarlo con una suma cercana a los 70 millones de pesos por daño moral. Cabe señalar que el hospital no hizo comentarios al respecto.
Con el fallo de la Corte Suprema, Pablo comienza a cerrar la etapa de un periodo doloroso y traumático para él y su familia.
FUENTE T13
