Una tremenda noticia fue la que entregó el Director (s) del Hospital Provincial del Huasco (HPH) “Monseñor Fernando Ariztía Ruiz”, Juan Pablo Rojas, al informar que el recinto ya se encuentra operativo para comenzar a utilizar la toxina botulínica en pacientes con trastornos del movimiento.
“El neurólogo Fabricio Muñoz, está desarrollando a través de la toxina botulínica, lo que conocemos como botox, con los pacientes que padecen trastorno del movimiento, con un resultado fantástico”, señaló el director del HPH, Juan Pablo Rojas.
Son 35 pacientes que están en lista de espera y se está desarrollando el tratamiento médico a través del neurólogo del hospital. “Ya se comenzó a trabajar con ellos con el neurólogo, a quien enviamos a capacitarse y formarse en Santiago. Y los resultados son increíbles, respecto a este tratamiento”.
No sólo los aspectos físicos son los que mejoran con este innovador tratamiento, sino también los aspectos emocionales en estos pacientes, señaló Rojas.
El director del HPH, informó que se accede a este tratamiento mediante una interconsulta con el neurólogo, quien determina si puede ser sometido al tratamiento con la toxina. “Desde los Cesfam del Huasco son derivados a la especialidad y el mismo neurólogo prescribe esta prestación, y el mismo lo efectúa. Es un tremendo avance, y seguimos avanzando en otorgar nuevas prestaciones para que la provincia del Huasco tenga mayores respuestas en Salud”, dijo Rojas.
TRATAMIENTO TOXINA BOTULÍNICA
El neurólogo Fabricio Muñoz Barlaro se capacitó en Santiago durante el año pasado, lo que le permitió adquirir los conocimientos para comenzar a aplicar el tratamiento. “Aprendí el manejo de las distonías de la cara y el cuello, que es lo más frecuente y lo que más molesta a los pacientes”.
La distonía es un trastorno del movimiento que produce cambio en la postura, pueden producir dolor o pueden manifestarse como temblor en un paciente. “El paciente en vez de tener la cabeza recta, la tiene girada, o tiene calambres o se le cierra un o los dos ojos. Esos son movimientos anormales de los músculos del cuerpo, que provocan distonía”, dijo el neurólogo.
“El problema de la distonía es que no tiene un tratamiento farmacológico que sea adecuado, y lo que se utiliza es la toxina botulínica. Esa toxina lo que produce es parálisis de los músculos, y al yo producir esa parálisis en el músculo que provoca ese movimiento anormal, deja de moverse el músculo”, señaló Muñoz.
La tóxina tiene una duración en el cuerpo de aproximadamente tres meses. “A algunas personas les dura más o menos, pero cada tres meses hay que estar inyectando el medicamento”. Actualmente el HPH tiene 35 pacientes en tratamiento, con los cuales se ha comenzado a aplicar la toxina.
El tratamiento en ningún caso se hace con una finalidad estética sino clínica. Es un procedimiento sencillo y ambulatorio, y los cambios pueden se pueden notar desde los días siguientes a la aplicación del tratamiento. Mejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes y es un lujo para los pacientes del hospital que lo están recibiendo.
La vía de administración es una inyección superficial, intramuscular o subcutánea que bloquea la actividad muscular. El pronóstico para el tratamiento con toxina botulínica es muy positivo en la inmensa mayoría de los casos.
Fuente: Servicio de Salud Atacama.