El nombre de Hugo Pastén Espinoza aún resuena en la memoria colectiva de la comunidad de Atacama, cada vez que se recuerda su responsabilidad en la investigación de tres crímenes ocurridos en la región.
Cuando se logró su captura, por parte de funcionarios de la PDI, se pensó que se iban a esclarecer rápidamente estos hechos, pero no ha sido así, ya que el imputado no ha entregado ningún antecedente que permita resolver las muertes de Marina Cabrera, Susy Montalbán y Catalina Álvarez.
Para poder resguardar la vida de Pastén Espinoza las autoridades resolvieron trasladarlo a recinto penitenciario de Huachalalume, en la región de Coquimbo, donde había permanecido recluido, mientras dura la investigación en su contra, pero según habría expresado el propio imputado, este encierro y sin contacto habitual con personas, le estaría afectado en su salud, por lo anterior es que junto a su defensa, deciden solicitar poder estar en otras dependencias, junto a más población penal.
Tras ser aceptada dicha solicitud, Hugo Pastén fue llevado a otras dependencias, pero fue reconocido y agredido por otros internos.
Según el informe emanado por Gendarmería, el imputado “se encuentra monitoreado en su estado y en condición estable de salud, luego de una oportuna derivación para atención médica”.
En este mismo informe se recuerda que Pastén Espinoza se encuentra “en prisión preventiva por los delitos de secuestro con homicidio, secuestro de menores y homicidio, fue trasladado con fecha de 5 de enero del 2021 a módulo del Complejo Penitenciario de La Serena ante requerimiento del Juzgado de Garantía de Copiapó”.
Además se agrega que “por solicitud de la defensa y del propio interno de ser derivado desde dependencias del Área de Salud Interna del establecimiento a espacios de población penal normal, con motivo de convivir con otros privados de libertad, teniendo como fundamento que la condición de aislamiento lo afectaba”.
Gendarmería precisó que “al autorizarse el cambio de dependencia al módulo de imputados, se adoptó las medidas de resguardo necesarias, contando con vigilancia permanente, dando oportuno aviso de cualquier eventualidad. En esa circunstancia, es derivado nuevamente al sector de salud ante hecho de agresión y para su debida atención médica, donde se encuentra actualmente, monitoreado a través de cámara y rondas frecuentes, con el objetivo de dar cumplimiento al mandato de tribunales, a los estándares de protección, seguridad y para resguardo de su integridad física”, finaliza el comunicado de Gendarmería.