En las últimas semanas la moneda estadounidense ha fluctuado con variaciones diarias de hasta $20, a veces apreciándose y otras al revés.
La montaña rusa del dólar continúa su curso en el mercado cambiario local y ha vuelto a concentrar las miradas del mundo económico por la impredictibilidad de sus movimientos.
Solo en noviembre, la moneda norteamericana ha pasado de registrar incrementos diarios en torno a $20 a caer la misma cantidad en un lapso de días -oscilando entre los $886 y $947 en el mismo periodo-.
Esto, en medio de la incertidumbre que genera el rumbo de política monetaria que adoptará la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos para controlar la elevada inflación y la política cero covid en China, principal consumidor de metales y, por ende, de cobre.
Benjamín Castillo, estratega de mercados de XTB Latam, comentó a Emol que la excesiva volatilidad responde a los factores cambiantes en la valorización del billete verde a nivel global. “Un factor que impulsa al dólar al alza, como es el temor en los mercados sumado a las preocupaciones por el alza de casos covid en China, lo que también hace variar fuertemente el precio del cobre. Y el otro factor, es por una menor presión en subir los tipos de interés por parte de la Fed”, dijo.
A este respecto, los funcionarios de la Fed concluyeron a principios de este mes que la entidad monetaria debería moderar pronto el ritmo de los aumentos de las tasas de interés para mitigar los riesgos de un ajuste excesivo, lo que indica que se inclinaban por una reducción a un aumento de 50 puntos básicos en diciembre.
“Una mayoría sustancial de los participantes consideró que una desaceleración en el ritmo de aumento pronto sería apropiada”, según las actas de su reunión del 1 y 2 de noviembre publicadas la semana pasada en Washington.
Por su parte, el jefe de estudios trading de Capitaria, Ricardo Bustamante, comentó que según los últimos Informes de Política Monetaria del Banco Central, el tipo de cambio nacional ha sido el más volátil entre países comparables y de la región, como consecuencia de la incertidumbre política y la debilidad de la economía local.
Además del plano interno, Bustamante mencionó que “en lo internacional, los diversos escenarios que se han proyectado con respecto a las decisiones de la Fed también han apoyado a los movimientos erráticos del dólar a nivel generalizado, mientras que la elevada volatilidad del precio del cobre, principal producto de exportación del país, ha sido clave para generar una volatilidad aún mayor”.
“Si consideramos que el mercado cambiario en Chile es muy reducido en comparación a otras economías, hace que exista mayor vulnerabilidad para movimientos fuertes, ya que cualquier intervención y/o compras y ventas importantes de grandes instituciones apoyan la elevada fluctuación del billete verde en Chile”, añadió.
En tanto, Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4, manifestó que “indiscutiblemente el tema que marca la volatilidad del dólar, no sólo frente al peso sino que respecto de todas las demás monedas a nivel global es la alta inflación que está enfrentando Estados Unidos, al igual que el resto del mundo. Lo anterior post pandemia, por efecto de estímulos fiscales y monetarios para enfrentar la crisis que generó el covid”.
Destacó que en Estados Unidos la inflación en tasa anual marcó un máximo de 9,1% en junio de 2022, “lo que ha obligado a la Fed a subir la tasa de política monetaria, desde un nivel de 0,0% hasta marzo de 2022, hasta el nivel actual de 3,75% a 4,00%, donde destacamos un alza de 0,75% en las últimas reuniones. Además, se estima que esta tasa subiría hasta un nivel de 5,00% e incluso 5,25% en 2023″, explicó.
“La volatilidad está principalmente relacionada a la mayor o menor probabilidad de alza de tasa de política monetaria en Estados Unidos., donde el principal factor de decisión es la inflación y todos los demás indicadores asociados un mayor consumo o menos consumo y, por lo tanto, a los precios futuros”, apuntó el gerente de estudios de Renta4.
Proyecciones
Para Castillo, las proyecciones en el mediano plazo apuntan a que la divisa estadounidense “se mantenga en un rango entre los $880-$950 y de esto dependerá lo que ocurra con los contagios en China y las presiones que tenga la Fed para subir las tasas de interés”.
“Si las complicaciones en los contagios aumentan esto impulsará el precio del dólar a nivel global ya que se usará como refugio y adicional a esto el cobre caerá de precio debido a las preocupaciones en la demanda, lo que podría llevar al billete verde a tener alzas importantes”, declaró.
Y si el escenario anterior no se presenta, desde XTB Latam señalan que “las proyecciones para el tipo de cambio local son bajistas, ya que ha disminuido las presiones en las alzas de tipos de interés por parte de la Fed y de continuar las caídas en la inflación presionen aún más al tipo de cambio a la baja”.
Mientras que Bustamante recalcó que considerando el déficit de cuenta de corriente de Chile -apoyado por el exceso de liquidez entre fines de 2020 e inicios de 2021, sumado a los retiros del 10%-, además del escenario económico débil que se proyecta para el próximo año, “es probable que la tendencia sea más alcista que bajista, donde perfectamente podría volver a superar los $1.000 a fines del 2022 o comienzos del 2023”.
“Si seguimos viendo mayores restricciones en China por el fuerte incremento de casos de covid-19, el precio del cobre podría volver a mostrar mayores retrocesos, situación que sería aún más alcista para el dólar en el país”, añadió Bustamante.
Lo que sí, resaltó que “si la Fed frena sus alzas de tasas y se comienza a insinuar que pronto se dé un giro en la política monetaria, para volver a apoyar a la economía, podría ayudar a que el dólar no muestre alzas tan significativas”.
Araya estima que “si actualmente el dólar se ubica en $910, si la inflación cede en EE.UU., y mantiene su tendencia bajista, es muy probable que el dólar baje a niveles de $870 e incluso en un plazo de tres meses podría caer a niveles de $850”.
Finalmente, apuntó que “también es muy importante la inflación nacional porque los altos niveles también obligan al Banco Central de Chile a subir la tasa. En la medida que sube la tasa en Chile, se hace más atractivo traer dólares a Chile y el tipo de cambio baja, pero a la vez se frena la economía local”.
Fuente: Emol