A contar de este lunes, al igual que el año pasado, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) instalará en Copiapó dispositivos llamados de confusión sexual para el control de la plaga Lobesia botrana (también conocida como polilla de la vid), insecto que de establecerse puede causar daños importantes a la fruticultura regional, y que está presente en la zona central del país.
Estos elementos, que son pequeños plásticos de color rojo, se colocarán en el arbolado residencial y de calles en un perímetro comprendido aproximadamente entre las vías Vallejo, Rodríguez, Henríquez y Circunvalación. Se trata elementos emisores de feromonas, inofensivos para el ser humano y animales, que afectan solo a las polillas machos dificultándoles su apareamiento y reproducción.
La encargada regional de Protección Agrícola y Forestal del SAG, Carolina Pizarro, informó que en este sector de la capital regional se han hallado insectos adultos aislados en años anteriores, por ello la instalación se enfoca en el lugar.
Añadió que la actividad estará a cargo de inspectores e inspectoras SAG debidamente identificados, quienes tomarán todas las medidas de seguridad en el contexto de la pandemia por Covid-19 y el estado de cuarentena en que se encuentra la comuna. Además dejarán volantes informativos sobre el trabajo que están realizando y responderán las consultas que tenga la población.
Pizarro pidió a la comunidad “no manipular los emisores, estos tienen forma circular parecida a un collar de color rojizo o café de material plástico, y tienen que permanecer en su lugar por un periodo aproximado de cinco meses, tiempo en que se agota su efecto”.
Junto a los dispositivos, el SAG iniciará la instalación de trampas para la polilla de la vid en diferentes sectores de las comunas de Copiapó, Tierra Amarilla, Caldera, Vallenar y Alto del Carmen. La red de trampas tiene el objetivo de monitorear en forma permanente la presencia del insecto en predios de vid, y otros frutales como olivos, además de áreas urbanas y recintos de riesgos, como comercializadores, ferias del agro, paseras y plantas frutícolas.
Las trampas luego son revisadas periódicamente por personal del SAG, por lo que Pizarro pidió a la comunidad dar las facilidades para que puedan acceder a propiedades para la instalación y revisión. “Cada trampa será revisada a partir del mes de septiembre, con una frecuencia de tres veces por mes, por lo que nuestros inspectores deben ingresar a predios y patios particulares, siempre con su identificación a la vista y vestuario institucional”, señaló.
Dichas acciones son parte de la estrategia nacional de control de la polilla de la vid, que busca erradicarla de Atacama, y con ello favorecer las exportaciones de uva de mesa a diferentes destinos, como Estados Unidos, México y el mercado asiático.
FUENTE: SAG.