El jefe de la diplomacia iraní calificó la muerte del subcomandante de operaciones de la fuerza militar, el general de brigada Abbas Nilforushan, como “un acto cruel y cobarde”, y muestra de la “naturaleza terrorista y criminal del régimen sionista”.
El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, afirmó este domingo que la muerte del general de brigada de la Guardia Revolucionaria iraní en un ataque israelí en Beirut “nunca quedará sin respuesta”.
“Sin duda, este horrible crimen del régimen agresor sionista nunca quedará sin respuesta”, dijo en un comunicado Araqchí, quien se encuentra en Nueva York asistiendo a la Asamblea General de la ONU.
“El aparato diplomático también utilizará todos los medios posibles, sus capacidades políticas, diplomáticas, jurídicas e internacionales para perseguir a los criminales y a quienes los apoyan“, añadió Araqchí.
El jefe de la diplomacia iraní calificó la muerte del subcomandante de operaciones de la fuerza militar, el general de brigada Abbas Nilforushan, como “un acto cruel y cobarde”, y muestra de la “naturaleza terrorista y criminal del régimen sionista”.
Nilforushan murió el viernes en los ataques israelíes contra Beirut en los que también falleció el líder de la milicia libanesa Hezbolá Hasán Nasrala, uno de sus principales aliados del país persa.
La advertencia de Araqchí es la más dura pronunciada hasta ahora por una autoridad iraní, que hasta el momento habían mostrado cierta cautela sin abogar por una respuesta directa de Teherán contra Israel.
La propia Guardia Revolucionaria condenó la muerte de su militar, pero no hizo menciones a posibles venganzas.
Otras autoridades han apuntado a respuestas a la muerte del libanés Nasrala a través del “Eje de la resistencia”, la alianza informal liderara por Irán y formada además de por Hezbolá, por los palestinos de Hamás, los hutíes del Yemen y milicias islámicas de Irak.
Todo un contraste con la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en el consulado iraní en Damasco en abril, en una ataque atribuido a Israel, y tras el cual se multiplicaron las llamadas a la venganza.
Como represalia, Irán lanzó cientos de misiles y drones contra Israel a mediados de abril, en la primera ocasión en la que Teherán atacó directamente territorio israelí, en un bombardeo que pese a su espectacularidad apenas causó daños.
Fuente: Emol