Desde hace varios años, una joven copiapina ha denunciado el acoso constante de su expareja.
Después varios episodios violentos, la joven denunció a su agresor en el año 2019, razón por la que fue detenido y estuvo en prisión preventiva por dos meses.
Pasado ese periodo, el imputado recuperó su libertad, aunque fue condenado por violencia intrafamiliar, prohibiéndole que se acerque a la víctima en un año.
Posteriormente, en el 2020, ambos retomaron el contacto, únicamente para coordinar las visitas del hijo que tienen en común, aunque después de recibir ayuda especializada, la joven pudo romper todo vínculo con esa persona.
Pese a eso, el agresor ha seguido buscándola, protagonizando varios episodios violentos, siguiendo su vehículo en la calle e intentando agredirla, incluso, ha llegado hasta su domicilio, rompiéndole los vidrios de su auto y amenazando a su familia.
Respecto de esta causa y en especial a los últimos hechos ocurridos, la Fiscalía tomó conocimiento y formalizó al imputado por el delito de daños luego que fuera denunciado por dañar un vehículo estacionado en la vía pública.
En relación a otras causas que mantiene vigente, la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía Regional ha tomado contacto con la víctima para mantenerla al tanto de las acciones investigativas que se llevan a cabo y los derechos que ella tiene.
Del mismo modo, desde la Fiscalía se indicó que todos los imputados que incumplen medidas cautelares impuestas por el Tribunal, como es el caso de la prohibición de acercarse a las víctimas, incurren en la comisión de un nuevo delito como es el “desacato” y en esos casos las personas afectadas deben comunicar a Carabineros, la PDI o la propia Fiscalía estos nuevos antecedentes para adoptar las acciones penales respectivas.
Situaciones que han sido denunciadas ante Fiscalía, quienes han intentado ayudarla, reforzando su hogar y entregándole un botón de pánico.
Por lo mismo, se ha intentado implementar la tobillera de vigilancia telemática, para que el sujeto no se pueda acercar a ella, sin embargo, pese a que la Ley fue publicada el año pasado, en la Región de Atacama todavía no se ha podido implementar, por lo que se encuentran esperando alguna respuesta de Gendarmería.
Esta situación también ha afectado a la familia de la víctima, ya que el agresor ha visitado sus casas, repitiendo varias actitudes violentas.
Por esta razón, la afectada espera que las autoridades tomen cartas en el asunto, antes de que los episodios de violencia sigan escalando.
