Sabido es que los plásticos demoran cientos y hasta miles de años en degradarse en el ambiente, por lo que estos desechos son sumamente nocivos en la naturaleza. Esta semana, una bloguera chilena dio a conocer un inquietante hecho vivido en una playa.
Berni Allen, entrenadora y asesora en temas de alimentación, compartió en su cuenta de Instagram la foto de un envase de jugo Kapo, que data de la década de 1980, flotando en la playa de Santo Domingo.
Lo que más sorprende, e inquieta, del registro es ver que en casi 40 años se ha degradado muy poco. Prueba de ello es que aún se notan claramente las letras principales, fotografías e incluso las impresiones más pequeñas en el fondo del plástico.
El registro rápidamente se viralizó en redes sociales y generó en su mayoría indignación, ya que es sabido que dentro del Océano Pacífico se está formando una mancha de contaminación de miles de kilómetros de diámetro.
“Ahora entienden qué hace el plástico a nuestra tierra. Esto lleva casi 40 años dándose vuelta por el mar, está intacto”, escribió Allen junto a la imagen.
Por otro lado, también hubo personas que dudaron que el envase tuviera tantos años desde su fecha de elaboración. No obstante, los registros de aquella época certifican que los diseños de Kapo eran tal cual se muestran en la foto.
Hay que recordar que, en 2012, otro usuario había publicado en un sitio llamado PoketChile la imagen de un envase de Kapo de la misma edición (década de 1980), que había estado tirado en el Cerro San Cristóbal.
En ese entonces también llamó la atención que, aparte de la suciedad evidente del contacto con la tierra, el plástico estaba bien conservado y se notaban muy pocas señales de degradación, pese a que había estado más de 30 años en el suelo.
Según una investigación de EuropaPress, se calcula que una botella de plástico tardaría cerca de 500 años en degradarse en el mar. Asimismo, un hilo de pesca se demoraría un total de 600 años en desaparecer.
Otro ejemplo lo da un vaso de plástico o una bolsa, las cuales recién comenzarían a degradarse pasados 50 años en el mar, mientras que una suela de zapato tardaría como mínimo unos 20 años.
Fuente: BioBioChile