Una triste historia vivió la joven noruega llamado Birgitte Kallestad (24), quien falleció el pasado lunes luego de ser mordida por un perro con rabia durante un viaje que realizó a Filipinas. La joven recogió al animal de la calle y logró que se recuperara, pero el costo fue muy alto.
Según detalla el diario inglés Daily Mail, la travesía de Kallestad se extendió por 1 mes (marzo), tiempo en el que se encargó de cuidar al animal y lograr que sanara.
Sin mayor deseo de hablar con medios de comunicación, la familia de la joven, que era enfermera de profesión, redactó un comunicado en el que explicaron la historia de su hija y el can.
“El grupo de amigos estaba montando en ciclomotores cuando se encontraron con un cachorro callejero en el lado de la carretera en Filipinas, que Birgitte llevó a su canasta y se llevó al centro turístico donde se encontraba”.
Luego agregaron: “Después de lavar y comenzar un tratamiento para el perro, Birgitte y sus amigos jugaron con él en el jardín”.
En ese momento ella sufrió mordeduras de parte del animal, las cuales curó y esterilizó de forma superficial, sin visitar un centro médico
“Todos sufrieron pequeñas mordidas y arañazos del perro durante este tiempo, como hacen la mayoría de los dueños de cachorros”, puntualizaron.
Lo cierto es que el calvario de la joven comenzó a mediados del mes de abril, cuando fue internada en un centro hospitalario de la ciudad de Førde.
En un comienzo, ella comenzó con síntomas como fiebre, vómitos y dolores de cabeza. Pero luego de un tiempo la enfermedad avanzó y presentó alucinaciones, espasmos musculares e insuficiencia respiratoria.
Kallestad estuvo grave por 10 días en el hospital, hasta que el pasado lunes se informó de su muerte debido a estar enfermedad.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la rabia es un virus que poseen animales como zorros o perros de la calle, el cual se transmite a los humanos por medio de mordeduras.
“La rabia afecta a animales domésticos y salvajes y, normalmente, se transmite a las personas a través de la saliva, por mordeduras y arañazos. Los primeros síntomas que aparecen son fiebre y, a menudo, dolor y sensación de hormigueo alrededor de la herida”, relatan.
“El lavado a fondo de la herida y la vacunación en las horas que siguen a la mordedura pueden evitar que aparezca la enfermedad”,complementan.
Por ahora, la forma más efectiva de evitar contagios de perros domésticos a personas es por medio de la vacunación de los animales, cuando son cachorros.
Fuente: BioBioChile