Una terrible momento vivió una tuitera argentina durante una sesión de fotos junto a su mascota, un ovejero alemán, el cual en un momento determinado se enojó y la mordió violentamente en el rostro. La joven quedó con gran cantidad de puntos en la cara, aunque se tomó la situación con humor.
Lo que parecía ser una tierna sesión de fotos de una joven llamada Laru Sanson con su perro Kenai terminó de la peor forma, con la muchacha yendo a la urgencia de un hospital y el perro encerrado dentro de la casa.
De acuerdo a lo señalado por Clarín, el hecho ocurrió en la casa de la joven en la ciudad argentina de Tucumán, cuando ella realizaba la ronda de fotos con el animal.
No obstante, al parecer Laru por accidente pisó la cola de su mascota y provocó que esta se molestara, por lo que la mordió en la zona antes mencionada. La sesión terminó con una persona accidentada y el animal castigado en la casa.
La propia muchacha divulgó la imágenes en Twitter hace tres días. En aquella red social indicó que se había tratado de “una sesión de fotos con Kenai que sale mal”.
Lo cierto es que este accidente le costó más de 10 puntos de sutura en su cara, aunque ya se descartó de plano que haya existido algún contagio de enfermedad presente en los perros.
“No me salvé del otro lado tampoco”, escribió junto a otra foto, en la cual muestra los puntos que existen alrededor de su boca.
¿Cómo saber si un perro me va a atacar?
El médico veterinario y docente de la Universidad Mayor, Marcos Vásquez, indicó hace un tiempo a BioBioChile que lo primero que se necesita para evitar un ataque es no invadir el territorio del perro, sin antes asegurarte de cuán domesticado está.
En ese sentido, es importante fijarse en las actitudes del animal, debido a que existen muchas variables por las cuales te podría atacar, ya que además de la dominancia, un perro puede dar una mordida, paradojalmente, por temor a ser atacado.
Por lo anterior, lo principal es fijarse en la mirada, puesto que si está fija, probablemente en su mente estés siendo evaluado como una eventual presa. “Dentro de la jerga del comportamiento de manada, ellos tienden a mirar a los ojos cuando quieren hacer que tu bajes la tuya, así que una de las primeras cosas es evitar mirarlo a los ojos fijamente”, indica Vásquez.
“Lo segundo es no arrancar, porque si tú actúas como una presa, el perro te va a intentar depredar. A lo más hay que alejarse de una manera sutil, manteniendo la calma y evitando darle la espalda”, añade.
Fuente: BioBioChile