En Atacama se atienden cerca de 4.200 niños y niñas, recibiendo una educación gratuita e integral y trabajan 580 funcionarios a lo largo y ancho de toda la región.
Hoy, miércoles 22 de abril, se cumplen 50 años desde que el presidente de la República de ese entonces, Eduardo Frei Montalva, promulgara la Ley N° 17.301 que creaba la Junta Nacional de Jardines infantiles, JUNJI.
Medio siglo ha pasado desde entonces. Hoy, podemos ver como la JUNJI ha jugado un rol central para el desarrollo educacional y de la primera infancia en nuestro país. Lo que en su momento era ordenar la casa, hoy se ha ampliado, tal como lo refleja nuestra actual misión: “entregar Educación Parvularia de calidad y bienestar integral a niños y niñas preferentemente entre 0 y 4 años de edad, priorizando las familias con mayor vulnerabilidad socioeconómica, a través de una oferta programática diversa y pertinente a los contextos territoriales”.
El director regional de JUNJI, Luis Campusano Kemp, es quien dirige a la institución en Atacama en la conmemoración de los Cincuenta años, y algo que ha entendido durante su periodo es que, asistir al jardín infantil ayuda en el desarrollo de los niños y marca la diferencia, “Asistir al jardín infantil marca la diferencia. Si bien el beneficio más alto lo perciben hijos e hijas de familias con mayor vulnerabilidad social, en general la educación inicial logra impacto en todos los niños y niñas. Durante la primera infancia es cuando el cerebro genera una acelerada producción de conexiones neuronales que posibilitan un aprendizaje con mayor rapidez y facilidad”.
El Director continuó, “A partir de la importancia que tiene ir al jardín infantil, en JUNJI desarrollamos la Campaña por la SuperAsistencia, que busca transmitir que los primeros mil días de vida son cruciales en el desarrollo de niños y niñas y que la asistencia a estos establecimientos es un pilar fundamental de su proceso de aprendizaje. Creemos firmemente que niño en el aula es un niño que aprende. En eso radica el gran compromiso que estamos adoptando entre familias y educadores para asegurar que la asistencia al nivel parvulario, de manera permanente y no esporádica, sea crucial para disminuir la brecha de desigualdad”.
En tanto, Maria Rodriguez, directora del emblemático jardín “Arco Iris” de El Salado, indicó “En este camino nuestra institución, ha transitado paso a pasito en la tarea de formar en la educación parvularia, fortaleciendo lineamentos técnicos, capacitación sistemática de técnicos y profesionales, trabajo conjunto con las familias, incrementos de profesionales de gran gama para satisfacer las demandas y formación integral de los niños y niñas de la institución. En esta evolución, nuestro jardín infantil también ha crecido, naciendo como programa alternativo a un programa clásico en la localidad de El Salado, posibilitando así de esta manera contribuir en forma significativa en la educación calidad en bienestar integral de cada niño y niña”.
Por su parte, Amelia Pinto, Coordinadora del Equipo Técnico del Territorio Copiapó, quien lleva 40 años trabajando en JUNJI, se emociona al recordar y ver los cambios que ha tenido la institución, “Desde que yo comencé mi labor en JUNJI, han ocurrido muchos cambios, que hoy permiten tener más oportunidades a los funcionarios para realizar su labor, en espacios distintos y con materiales de gran calidad. Los desafíos en ese aspecto son menores que cundo yo me integré a trabajar, hace 40 años atrás, no existían las capacitaciones, las jornadas para intercambiar ideas y la infraestructura de los jardines era muy distinta a hoy. Es de esperar que JUNJI continúe creciendo por el bienestar y desarrollo de la educación inicial en nuestro país”, finalizó.
Fuente: Junta Nacional de Jardines Infantiles
